Dєѕαfíσѕ dєl Dєѕtinσ || Chat Noir/Adrien × Lectora

《Reina Avispa》

LA BATALLA DE LA REINA
(Parte 2)

Aplaudí risueña cuando Adrien ingresó modelando por la pasarela,  el desfile se había postergado para el día siguiente y hoy era ese día, todo iba bastante bien, las cámaras resplandecían iluminando al modelo rubio que lucía el sombrero diseñado por Marinette.

—Veo que disfrutas el desfile de modas—oí decir a mi mamá cuando mi papá se levantó por una vaso de ponche que servían a un lado—Te he visto muy emocionada desde que comenzó—me sonrió levantando una ceja.

¿Me estuvo observando?

Me puse nerviosa al ver que no fui muy discreta—Eh, es sólo que me gusta el sombrero que diseñó Marinette—desvié mi mirada riendo como estúpida, eso no había sonado para nada creíble.

Ella cruzó sus piernas, apoyó su codo sobre esta y posó su cara en su mano—¿Te gusta el sombrero o el modelo que lo lleva?—preguntó con descaro.

Volteé mi cabeza a tanta velocidad que casi me rompo el cuello—¿Por qué la pregunta?—hablé achinando mis ojos viéndola con sospecha.

Se encogió de hombros—Curiosidad—me sonrió inocente volviendo a poner su atención en la pasarela.

Mi papá llegó con dos vasos de ponche, se sentó junto a mí y me extendió un vaso—¿Para mí?—pregunté con sorpresa.

Él hizo una mueca—No, eres una niña, es para tu mamá—la señaló con la cabeza.

Rodé los ojos y se lo di a mi mamá, quien lo recibió gustosa, cuando estaba por reclamar que ya no era una niña, mi papá se atragantó con el ponche—¿Gabriel?—peguntó mirando la pasarela con sorpresa.

No me lo creí por lo que miré en la misma dirección que él y efectivamente era él—Gabriel Agreste—susurré con sorpresa al verlo en plena pasarela interrumpiendo el modelaje de su hijo, Adrien y todos los medios también estaba sorprendidos.

Gabriel Agreste no había salido en público desde la desaparición de su esposa...

—Él sí se ve viejo—murmuró mi papá aún sin quitar su cara de sorpresa, le di un codazo en forma de regaño.

Gabriel caminó por la pasarela con la mirada fija en Adrien, paró frente a él y lo abrazó, Adrien se quedó estático ante esa acción, pero rápidamente le devolvió el abrazo.

Sonreí ante la escena, al parecer la preocupación de Gabriel por su hijo fue más fuerte y lo obligó a salir de su cueva para asegurarse de que esté bien.

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Mi padre, Gabriel Agreste y Audrey Bourgeois charlaban frente a nosotros como viejos amigos.

—No importa cuanto se queje tu padre de Audrey, sé perfectamente que extrañaba su grupo de amigos—me habló mi mamá sonriendo divertida al ver a mi padre conversar tan sonriente.

Reí al verlo así—¿Ustedes no eran amigos de adolescentes?—le preguntó Adrien caminando a mi lado.

Mi mamá negó—Sí éramos amigos, pero ellos son mejores amigos—señaló al trío de amigos frente a nosotros—Y al igual que ellos, yo tenía mis mejores amigas, las gemelas—explicó sonriendo con nostalgia.