Dєѕαfíσѕ dєl Dєѕtinσ || Chat Noir/Adrien × Lectora

《Gigantitán》

Caminaba junto a Kagami, hoy no habían clase de esgrima, simplemente salimos a tomar un smoothie para pasar el rato en la plaza de los Vosgos.

—Y por eso pienso que los gatos quieren dominar el mundo—finalicé mi extraña explicación.

La azabache hizo una mueca pero no borró su leve sonrisa—Tienes ideas muy extrañas a mi parecer—comentó para luego beber su smoothie de arándano.

Resoplé moviendo mi mano, quitándole importancia a su comentario—¡Lo extraño es genial!—exclamé, pasamos cerca de un basurero y boté el embace de mi smoothie, ya lo había terminado.

Ella bajó la mirada, la había notado un poco extraña a lo largo de nuestra salida, parecía que quería decirme algo.

—Kagami ¿Estás bien?—pregunté llamando su atención—Te he notado un poco extraña hoy ¿Pasó algo?—dije poniendo mi mano su hombro para que se detuviera.

Ella suspiró y se sentó en una banca cercana, la seguí y me senté a su lado.

Se creó un pequeño silencio mientras yo esperaba pacientemente a que hablara—¿Te puedo contar un secreto?—preguntó por fin.

Sonreí ante la idea de que ella, una chica reservada y distante de la mayoría de personas, me confiara un secreto a mi, traté de ocultar mi emoción.

—¿Un secreto? ¡Claro! Soy muy buena guardando secretos; por ejemplo, una vez mi amigo Nath me dijo que antes le gustaba Alix y- —me tapé la boca, mi emoción me hizo hablar de más—Ups, eso no debí decirlo jeje ¡Olvídalo!—exclamé apenada—Pero si puedes contar conmigo, no te juzgaré—finalicé sonriente.

Ella rio levemente, al parecer había aliviado su tensión, luego empezó a jugar con sus manos—¿Qué opinas de que una persona guste de otra... de su mismo sexo?—preguntó apenada.

Me sorprendió su pregunta, no esperaba que dijera algo así—Pues, amor es amor, la verdad es que no le encuentro algo malo—respondí con sinceridad.

—¿No te parece extraño?—preguntó con un semblante algo triste, que trataba de ocultar bajo uno serio—Sucede que... mi madre siempre me ha educado con al idea de que está mal—explicó mirando a la nada, como si lo estuviera recordando—Dijo que esas personas son...—tragó saliva—...fenómenos—dijo lo último con algo de dificultad.

Hice una mueca ante lo último que dijo, realmente me molesta la gente que tiene una mente tan cerrada que sólo se dedica a juzgar a los que tienen ideas distintas a las suyas.

Negué con la cabeza—Kagami, muchos adultos tienen una mente cerrada y se niegan a aceptar la actualidad—me expresé mirando al cielo—Lo comprendo, mis padres tampoco los apoyan, sólo los aceptan ya que dicen que es su vida y uno puede hacer con ella lo que quiera—expliqué sonriendo.

Comprendía que mis padres no apoyaran completamente a la comunidad LGBT ya que ellos fueron criados en otra época y con otras ideas, obviamente no iban a apoyarlos como si nada, pero me alegraba que sean de mente abierta y los aceptaran.

—¿Está mal?—preguntó de la nada, la miré confusa, sin saber a qué se refiere—El querer a alguien de tu mismo sexo—explicó y volteó a verme—¿Está mal?—volvió a preguntar.

—Claro que no ¿Por qué habría de estar mal?—pregunté, ella no supo que responder—Después de todo, los chicos y chicas son personas con sentimientos—le sonreí.

Ella me miró unos segundos, en ningún momento borré mi sonrisa, ella también sonrió—Gracias _______—agradeció con una sonrisa de alivio, oculté mi curiosidad.

¿A Kagami le gusta una chica?

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