Stay With Me [JongTae]

Capítulo III. Understanding.

[Mírame por un minuto, no tengas miedo]
잠깐만 날 봐봐 겁먹지 마
[Lo sé, estás a la defensiva (borracho)]
알아 알아 넌 방어적 태도 (취해)
[Entiende, ¿cómo puedes confiar en mí?]
이해해 당연해 어찌 날 믿겠어

[Muéstrame más de ti]
좀 더 네 모습을 내게 보여줘
[No te escondas]
숨기지 말아줘

[Mis ojos en ti son ojos extraños eres tú]
My eyes on you odd-eyed it's you
[Es como si lo supieras, está lleno de secretos]
알듯 말듯해 비밀이 가득해

[Levanta lentamente la cabeza]
천천히 고개를 들어
[Haz contacto visual conmigo]
나와 눈 맞춰 줘
[Al final, toda la atención aquí]
결국 이곳 모든 시선 독차지한 것도

Odd eyes —SHINee

💊 💊 💊

—Normalmente… El botiquín está siempre en el baño— JongHyun ingresó en el dormitorio de Tae como si este fuese el suyo propio. Agradeciendo que todos los dormitorios en la residencia tuvieran exactamente, la misma estructura y las mismas cosas. El mismo orden.

TaeMin le siguió con la mirada, sin mover ni un solo músculo sintiéndose ajeno aunque estuviera en su propia habitación.

Estaba confundido y sorprendido con la reciente actitud de Kim JongHyun. Es decir, el chico, no tenía porque estar haciendo absolutamente nada de aquello y a pesar de ello, ahí estaba. Con él.

A su lado.

—¿Qué haces ahí? Vamos, siéntate— le ordenó el peli-plata al salir del baño con la caja típica de metal azul y estampado gigante de una cruz roja y una etiqueta con los números de emergencias.

El botiquín.

TaeMin le observó, renuente, con los pies fijos en el piso, sin intención de moverse. Su cerebro aún trataba de entender del todo, aquello que ocurría a su alrededor intentado darle una explicación al comportamiento del mayor.

No eran amigos. Ni compañeros de habitación o de generación, ni siquiera de carrera. Sí, habían pasado un buen momento juntos el día anterior, uno muy divertido, eso debía de admitirlo, pero ese hecho no le daba ningún tipo de poder, para tomarse ninguna atribución. Bien le podía haber ignorado y listo, pero no.

No lo había hecho y no lograba entender porque estaba siendo tan amable y atentó con él. No se merecía ser tratado así, acababa de golpear a un chico en la cafetería de WooHyun y después huido como el maldito cobarde que era.

—¿Por qué?— preguntó bruscamente, mirándole con suma irritación y sin ocultar la incomodidad que sentía en ese preciso momento.

—¿Eh? Porque voy a curarte esa mano y el labio, se te pueden infectar— JongHyun pasó de largo la cama que correspondía a KiBum, sin preguntarle si quiera cual era la suya y sentó en la contraria a la que lucía el cubre camas azul cielo y cojines de encaje blanco.

—Estoy bien así…

—Eso te va a doler como el infierno, después— sentenció, refiriéndose a las heridas que tenía el rubio. Un corte en la ceja, el labio inferior roto y sus nudillos rojos a punto del sangrado.