Capítulo IV. Friendly.

190 18 12
                                    

If you ever find yourself stuck in the middle of the sea,
[Si alguna vez te encuentras atrapado en el medio del mar]
I'll sail the world to find you
[Navegaré por el mundo para encontrarte]

You can count on me like one two three
[Puedes contar conmigo como uno dos tres]
I'll be there
[Estaré allí]

'Cause that's what friends are supposed to do, oh yeah
[Porque eso es lo que se supone que deben hacer los amigos, oh sí]

If you tossin' and you're turnin' and you just can't fall asleep
[Si lanzas y estás girando y simplemente no puedes dormirte]
I'll sing a song
[Cantaré una canción]

You'll always have my shoulder when you cry
[Siempre tendrás mi hombro cuando llores]
I'll never let go
[nunca te dejaré]

You can count on me 'cause I can count on you
[Puedes contar conmigo porque puedo contar contigo]

Count on me — Bruno Mars.


💊  💊  💊













—¡Mierda!— exclamó Tae con fuerza llevándose ambas manos al rostro, ofuscado.

Desvío la vista hacía el reloj, para chequear la hora por tercera vez y al comprobar, para su mala suerte, que apenas habían transcurrido solo diez insignificantes minutos, desde el momento en que se había metido en la cama. Se irritó.

¿Por qué diablos le era tan complicado conciliar el sueño?

Giró en la cama como por décima vez, quedando de costado y cerró los ojos. Nada. Gruñó, botó al piso su almohada y se colocó boca a arriba. Nada. Bufó fuerte, prácticamente invertido su posición, la cabeza a la orilla y pies dirección a la cabecera. Nada.

¡Todo era completamente inútil!

No importaba lo que hiciera, en qué posición se acomodara, no lograba perderse del todo en los brazos de Morfeo. Dormitaba por minutos, pero no lograba acceder al mundo de los sueños.

Era algo sumamente frustrante. Estaba cansado, muy cansado, sin embargo, su cerebro parecía no entender que necesitaba un respiro, porque con cada ruido que sus oídos lograban procesar, por muy significante que este fuera, cada parte de su cuerpo reaccionaba en respuesta.

Había “algo” que simplemente no lo dejaba cerrar los ojos con calma y que no sabía cómo explicar. Describir esa sensación extraña siempre le era muy complicado. Era como si su sistema estuviese en una constante alerta, esperando demasiado impaciente a que algo malo ocurriera, sin embargo, nunca pasaba nada.

Al menos lo que tanto esperaba.

Cerró los ojos con fuerza, boca arriba, totalmente desparramado sobre la cama, tenso en todos los sentidos y comenzó a contar a lo estúpido en voz baja. Siendo consciente de que su pequeño truco no funcionaria.

Nunca lo hacía.

—Uno, dos, tres, cuatro… treinta, treinta y uno… sesenta y cinco, sesenta y seis… Ochenta y uno…

Stay With Me [JongTae] Where stories live. Discover now