Sexual Appetite ⭇larry stylinson ||Traducción Oficial

Capítulo XX -Harry

Estaba tan asustado por mi pesadilla de que me cortaran el pene que no he podido tener relaciones sexuales con nadie más desde ayer. Lo sé, es surrealista viniendo de mí, un hijo de Himeros que solo piensa en follar, pero tengo miedo, ¿vale?

Hoy había decidido quedarme después de la escuela para jugar en la cancha por un tiempo. Necesito estar en forma y el fútbol es genial para entrar mis músculos.

Tan pronto como empiezo a cansarme, decido irme. Esta vez me daré una ducha en casa para evitar juego perversos que me hagan salir corriendo del vestuario del colegio sin ropa.

Cuando llego al estacionamiento para recoger mi auto, escucho un grito agudo y de dolor, como una la persona hubiera sido atacada. Corro hacia donde deduzco que es la fuente del sonido y mi corazón se hace añicos en un millón de pedazos tan pronto veo a Louis tirado en el suelo, muriendo y su pulso enrojecido.

''¡Dios mío!'' lloro preocupado, apresurándome a sostener a Louis en mis brazos. ''Por favor, por favor mantente con vida''

Empiezo a desesperarme cuando los ojos de Louis se cierran y su cabeza cae en mi regazo.

''γαμημένο. No te mueras, por favor, solecito'' digo, aterrorizado, aunque sea una petición inútil.

Miro la roncha roja en su muñeca y siento cada vez menos que sus latidos se ralentizan. Se está muriendo y si no hago algo de inmediato, será demasiado tarde.

Ahí es cuando tengo una idea.

Sé de un poder mío que podría salvar a Louis.

''Lo siento, tengo que hacer esto'' digo, tomando una respiración profunda.

Sostengo el cuerpo de Louis con una mano y su rostro con la otra y beso sus labios.

Puedo sentir su cuerpo temblar menos en mis brazos y su pulso comienza a normalizarse y mi corazón se calma. No se despierta y estoy seguro de que, aunque le he dado algo de fuerza vital, todavía tiene el veneno corriendo por sus venas, solo he retrasado los efectos.

Quito la chaqueta amarilla de mi cuerpo y envuelvo a Louis en ella, lo sostengo en mi regazo y lo llevo a mi auto. Mientras lo acuesto en el asiento, le susurro varias veces que se mantenga con vida y rezo en griego antiguo para que los dioses olímpicos me ayuden a salvarlo.

Conduzco a casa a toda velocidad, mirando a Louis inconsciente en el asiento trasero en el espejo. Llego en unos segundos, sin importarme si tengo que pagar multas por exceso de velocidad más tarde, apresurándome a llevar a Louis adentro y comenzar a tratar la herida, que está empapada en una desagradable secreción amarillenta.

Cuando me las arreglo para asegurarme de que ocupé de la picadura y expulsé el veneno del cuerpo de Louis (luego debo agradecerle por las lecciones que tomé mientras asistía al campamento de mestizos), trato de darle un poco de ambrosía para que coma. Termina siendo un acto inútil, ya que aún está inconsciente.

Vierto un poco de néctar en sus labios entreabiertos, logrando derramarlo por su garganta. O se ahoga con el líquido que entra o se cura más rápido. Espero que sea la segunda opción.

Decido darme una ducha rápida y pedir algo de comer mientras espero a que Louis se despierte para hacerle comer la ambrosía y decirle lo que había pasado.

Cuando regreso a mi habitación vistiendo solo una camiseta sin mangas y ropa interior, veo a Louis parpadeando y sentándose en mi cama con dificultad, gimiendo de dolor. Me acerco y lo ayudo, alcanzando un paño de mi tocador para limpiar su frente sudorosa. Me mira con expresión confusa, frunciendo el ceño.