Destrucción (Los Morgan) [+18]

Capítulo 5: Secretos.

Salgo por la puerta trasera para que los paparazzis no me vean, ahora no quiero que me estén tomando fotos. La ira llena mis venas recordando como llegué a esto, como llegué de enamorarme de un Morgan a otro mucho peor, y eso solo va en recaída.

No fue buena idea haber tenido una relación clandestina con Alex Morgan.

Aunque después de todo, disfruté esos veintisiete centímetros dentro de mí, pero no debí llevar la relación más allá. Todo gracias a sus caricias, su labia tan fuerte que me dejaba mareada todo el tiempo, sus abrazos después de follar, sus besos en mi piel mientras cogíamos, como me miraba entrando una y otra vez dentro de mi coño, como nos conectábamos tan bien.

Todo había comenzado hace más de siete años, cuando Christopher había sido internado en un hospital porque se había fracturado una pierna, y como yo era su mejor amiga, tenía que ir a cuidarlo, así que el único que me podía llevar al hospital era Alex Morgan, quien lo hacía, sorprendentemente, todos los días, así duro una semana, en donde todo comenzó con un chiste y terminó en un beso que me dejó la bragas mojadas queriendo más.

No sabía que Christopher tenía un padre tan dotado, después de aquella semana, iba todos los días a la casa de Chris, aunque siempre iba, esta vez tenía otra razón para ir: cogerme a Alex Morgan.

Necesitaba hacerlo, mi mente no dejaba de pensar que si Chris era una bestia en la cama, probablemente su padre también, y tal vez, mucho mejor.

Así sucedió, una tarde llegué a la mansión Morgan, donde me sorprendió ver que no había nadie, o eso creía...

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Hace siete años.

Londres.

Me bajo de la camioneta acelerando mis pasos a la casa de Alex Morgan, ¿Por qué estas ansias de verlo? ¿Por qué mi coño palpita con tanta intensidad cada vez que mis ojos se posan sobre él? ¿Por qué ese beso me dejó tan mal? Despejo mis pensamientos cuando uno de los guardias me abre las rejas dejándome pasar, estoy tan ansiosa que acelero mis pasos más de lo normal, abro la puerta de la mansión y entro encontrándola vacía.

No hay ruido de ningún Morgan, no hay ningún personal.

Sigo caminando hasta empezar a subir las escaleras, los nervios me atascan la respiración, ¿Qué me sucede? ¿No habrá nadie? Una idea se asoma en mi cabeza tan rápido que ni lo pienso dos veces antes de hacerlo, corro hasta la habitación de Alex que sorprendiéndome está abierta.

Sería muy mal de mi parte no revisar el cuarto de Alex, necesito saber que talla de bóxer es, ¿pero para qué? No lo sé, que ridículo. Tal vez para ver qué tipo de perfume es y ponérselo a un hombre imaginándome que es Alex cuando me lo folle, eso es turbio, no, mejor no.

Entro con cuidado como si alguien estuviera en la habitación, es espaciosa, la cama es como la mía y de Chris, nada del otro mundo. A lo que venía, me aproximo hasta su armario hasta que escucho la regadera siendo abierta y cerrada, para ser otra vez abierta, un gruñido se impregna en mis oídos dejándome aturdida.

¿Está aquí? Dios, debía haberle preguntado a los guardias si estaban aquí, o tan siquiera Alex, aunque vengo por él, me debo preparar mentalmente para ese pecado tan provocativo.

Se debe estar bañando, así que debe estar desnudo, ¿y si le veo la verga para saber qué tan grande la tiene? ¿Y si me enamoro de su verga? No lo creo, pero lo hice con la de Chris, pero eso no importa, un Morgan es un Morgan.

Aish, no voy a poder dormir en paz sin saber si la tiene más grande que Christopher.

Y así lo decido, lentamente me aproximo hasta la manija de la puerta del baño abriéndola con cuidado, el sonido de la regadera se incrementa, ojeo el área buscando a Alex, abro la puerta más ya que no veo ni mierda, me paralizo al ver la silueta del cuerpo de Alex Morgan en el baño de vidrio medio extranparente.