Capítulo 35: Drogada.

2K 218 69
                                    

Nunca pensé que un aborto sería fácil físicamente, se podría decir que jamás pensé hacerme uno. Tenía la idea que cuando quisiera un hijo lo planearía, y de ahí, siempre me cuide por eso. Para no tener sorpresitas no deseadas como el engendro que tenía dentro de mí, a pesar que los Morgan lo deseaban, aceptaron mi decisión y justo ahora me acaba de informar una enfermera que los hombres que me acompañaron el día de hoy, todavía están en la sala esperando por mí.

El doctor hace las últimas revisiones antes de colocarme el venoclisis que se acaba de vaciar su líquido en mis venas.

Tenía dos meses y medio de embarazo. Por lo que el doctor me conto que debía hacer un aborto inducido, no iba a demorar y eso me lo confirmo el reloj que hay en la habitación blanca que marca las siete de la tarde con quince minutos, había entrado a hacerme el aborto con el doctor a las siete en punto.

Todo demoró un poco, y no hablo del procedimiento que hizo el doctor en mi aborto, sino, en que cuando llegué me dijeron como era todo, que era lo que iban a hacerme, y a pesar que ya lo sabía porque había investigado, me quede allí con los Morgan escuchando a la enfermera que me informaba de todo, luego debía hacerme unos exámenes médicos, exámenes que no me había hecho, y de ahí, examinarme antes de entrar a la sala donde me esperaba el doctor pacientemente.

Estuve muy nerviosa, no lo voy a negar, y más al ver como Reece y Alex me preguntaban todo el tiempo si me había alimentado bien. Claro que lo había hecho, y aunque no había estado comiendo bien los últimos días, hoy si lo hice. Estaba preparada.

Pero ahora estando aquí; acostada en una camilla recién despertada de la anestesia con un doctor colocándome un venoclisis para aliviar el dolor y unos hombres fuera en el pasillo esperando por entrar y verme. Me siento como si estuviera preparada para todo, menos para lo que sigue después de hoy.

Hay un sentimiento en mi pecho que no ha desaparecido, y me estoy volviendo loca por saber cómo olvidar lo que tanto me atormenta. Solo deseo llegar a casa y arroparme comportándome como una total inmadura para contra llevar el dolor de la traición.

—Tendrás un poco de dolor, nada exagerado. —Explica Henry, mi doctor— No hagas mucho esfuerzo en maximo un día, nada más para estar más seguros del avance. Aquí te dejo una receta por si en los últimos tres días sigues con dolor.

Me entrega un papel que anteriormente había estado firmando. No entiendo una mierda lo que está escrito, pero supongo que serán analgésicos. La puerta se abre dándole paso a la enfermera y a un pelinegro con ojos grises que no quita su atención de mí. Detrás le siguen los demás que parecen niños tratando de entrar a la habitación.

—Muchas gracias.

Henry asiente volteándose hacia la enfermera para darle una señal y salir los dos por la puerta despidiéndose de los Morgan que no dejan de mirarlo como si fuera algún tipo de amenaza. Thomas es el primero en mirarme y sentarse a mi lado.

—¿Cómo estás?

Sonrío de boca cerrada.

—Bien, el dolor se ha ido.

Reece se coloca a mi lado derecho.

—¿Te dolía mucho?

—Tenía anestesia, idiota, ¿Cómo le va a doler? —Le responde Christopher a Reece con un tono amargo y sarcástico.

Una sonrisilla se escapó de mis labios y el mayor de los Morgan lo notó de inmediato. Thomas carraspeó y yo me acomodé un poco sobre la camilla. Todavía la idea de distanciarme de ellos por un tiempo seguía en mente y no iba a desecharla por nada del mundo, era algo que necesitaba, y aunque estos últimos días estuve mal, eso no significa que lo estaré siempre.

Destrucción (Los Morgan) [+18]Место, где живут истории. Откройте их для себя