Capítulo 11: Descontrol.

5.6K 550 410
                                    

Vuelvo a mi auto arrancando hasta el pent-house de Christopher.

No pensé que se daría cuenta tan rápido, lo de Sabrina tenía que ser algo triste e inoportuno, ¿Por qué así lo era, no? No, no lo creo, y más para los Morgan, aunque solo a Christopher tenía involucrado, Regina estaba al tanto de todo lo que pasaba, siempre ha tenido esa manía de querer saber todo, y saberlo sin tener que pedirlo.

Estando en la familia Morgan te das cuenta de muchas cosas, y no solo coger, hay cosas que ellos ocultan, y que nadie debe saber.

Como mienten, manipulan, eso solo se queda corto a lo que verdaderamente son, y por muchos años eso me hizo sentir en casa.

Desde que era una niña fuí tratada como una basura por mi madre, ya que era muy problemática, así ella lo llamaba, hasta que conocí a Christopher, y me hizo sentir bien conmigo misma, a su vez a Thomas, que fue mucho mejor, y así conociendo a todos los Morgan, y digo de otra manera, ya que a lo Morgan los conocía desde muchos antes, ya que mi madre era mejor amiga de Sara.

Como se mostraron como verdaderamente eran, me mostraron su verdadera cara, como diciéndome que yo era alguien normal y que no debía sentirme de otra manera.

Aunque siempre traté de aparentar una niña buena, todo se jodió cuando vi a Christopher en peligro, no pude aguantar las ganas de sacar quien realmente era, matando a más de veinte hombres en un parpadear cuando solo tenía doce años.

Christopher no dijo nada, pero solo era tiempo para que los demás se enteraran de lo sucedido, ya que todo había sucedido en uno de los bares que recurrían los Morgan, y además que las cámaras habían grabado a una niña pelirroja rompiendo dos copas de vino para clavárselas a veinte hombres rajándoles el cuello sin compasión.

Pensé que me echarían, que me dirían que era un monstruo y que no querían saber de mí, o peor, que le dirían a mi madre, y lo único que recibí fueron las sonrisas orgullosas de los Morgan mientras me decían si estaba lastimada.

No pensé que serían así, y más Regina al agradecerme salvar a su nieto, aunque todos se habían dado cuenta que era como si hubiera soltado todo lo que había retenido hasta ese momento, matando a esos hombres con tanta bestialidad.

Ahora me pregunto, ¿ese fue el momento en que le empecé a gustar a Christopher? ¿O fue cuando me reclamó como suya cuando nos conocimos por primera vez? ¿O la primera vez que me besó en el kínder delante de muchos niños diciendo que yo ya era suya y que nadie me mirara?

Es fácil deducirlo, le gusté a aquel niño gordito, a ese adolescente prostituto, adulto rebelde, y por último, al coronel Morgan que se vuelve loco cada vez que esta sin mí, aunque no lo diga por orgulloso.

Estaciono mi auto frente al edificio y suelto el volante al ver a Rachel James bajar del maldito auto de Christopher con a su vez. ¡Maldito! ¡Hijo de puta! ¡Maldito seas, Christopher Morgan! La sangre empieza a arder en mis venas, hace mucho tiempo no me ponía a así, y si no me voy puedo cometer el error de mi vida.

Cierro los ojos controlándome, pero mis visiones no me dejan en paz, su cuello cortado, mis manos embarradas con su sangre...

¡Mierda! Agarro mi teléfono y marco el número de Nate, quien contesta de inmediato.

—Hola, precio-

—¡En cinco minutos me mandas mensajes como loco! No sé qué vas a hacer, envías que me deseas, que quieres verme, lo que tu harías, y luego me llamas invitándome a tu departamento, ¿ok?

—Ok.

Cierro dejándolo colgado, enciendo las luces largas de mi auto encandilando a Rachel y Christopher quienes se giran hacia mí, me bajo sonriéndoles a ellos, me aproximo animada.

Destrucción (Los Morgan) [+18]Where stories live. Discover now