Capítulo 12: Pesadillas

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Perfecto, ahora que ya sabe que me follo a su tío, será más fácil decirle que también me follo a Thomas y que quiero una relación con los cuatro. Aunque prefiere tener una relación con Bratt, que con Alex Morgan, y eso sí que va a ser un problema.

Engancho una sonrisa, que lo hace sacar humo por los oídos del enojo, se levanta de la cama, apretando las manos en un puño.

—Bueno, yo te lo iba a decir, pero ya que lo sabes.

Tensa su mandíbula conteniendo la rabia.

—¡¿Y todavía tienes el descaro de decirme que es cierto?! —Me grita dando vueltas en la habitación.

—¿Que quieres que te diga, entonces?

Se gira hacia mí, bruscamente.

—¡Te lo dije hace veinte años, Micaela!

—¿Que? —Grito ya muy frustrada.

Me toma por los hombros mirándome muy serio.

—Te lo dije hace veinte años, y te lo vuelvo a decir, eres y siempre serás solo mía, ni de Reece ni de Alex, y mucho menos de Nate.

Gruño, esto va a ser muy difícil.

—Lo que digas, Chris.

Ojeo el lugar, está un poco desordenado, y me doy cuenta de algo, me levanto de la cama yendo hacia lo que vi, llego frente a un mueble negro que yace medio abierto.

—¿Me vas a dejar hablando solo?

Siquiera me digno a mirarlo.

—Sí.

Abro por completo aquella gaveta, y suelto un jadeo de satisfacción al ver la gaveta llena de bragas que reconozco de inmediato. Son mías, todas son mías. Christopher trata de cerrar la gaveta, pero yo no lo dejo sacando una braga negra que reconozco, fue la que usé cuando perdimos la virginidad juntos.

—¿Así que eras tú quien me robaba las bragas?, me las hubieras pedido.

Me arrebata la braga negra de mi mano y la vuelve a colocar en su respectiva gaveta, cerrándola.

—¿Te masturbas con ellas o me haces algún tipo de amarre?

Me toma de los hombros llevándome hacia la cama.

—Me pajeo como loco hasta desmayarme, ¿feliz?

Expando mi sonrisa.

—Muy feliz, ahora cógeme.

Christopher baja la mirada hasta mi cuerpo, que hasta ahora no me había dado cuenta que seguía desnuda, repara mi tatuaje, recordando el día que me acompañó a hacerlo, acerca su mano a allí, tocándolo.

Dios mío, hace mucho tiempo Christopher no me tocaba, y este tipo de toques me dejan delirando. Se sienten tan satisfactorios, rico, excitante, como si me quemara con cada tocada.

Sus dedos fríos y a la vez calientes, sus labios se acercan provocativamente a los míos, uniéndolos en un beso lleno de deseo y morbo.

No pierdo el tiempo en jalarle el cabello apretandolo contra mí, le rozó mis senos en su pecho acelerándole los latidos que se intensifican como locos.

—Christopher... —intento hablar en medio del beso, pero este no me deja lanzándome bruscamente a la cama.

Me abre las piernas y el frío de la habitación lo siento pasar en todo mi coño, intento cerrarlas pero me lo impide colocándose entre ellas metiendo su cabeza.

Destrucción (Los Morgan) [+18]Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang