Capítulo 28: Síntomas.

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Seis días después. 

El frío de Rusia es insoportable, estuve tanto tiempo lejos y acostumbrada a otro tipo de ambiente, que mi cuerpo tirita con el viento que entra por la ventana de la habitación del Boss. Una de las sirvientas me trae un chocolate caliente, ya que antes me había traído una crema y la vomité. Siento que los síntomas ahora con el embarazo son más dramáticos, y no me gusta para nada.

La prensa no deja de hablar de mi secuestro y yo disfruto de estar acostada en la cómoda cama del Boss mientras este sale de la habitación recién bañado. Nunca en la vida podré dejar de decir que el maldito tiene un cuerpo de altera hormonas, y no sé si es el embarazo pero las ganas de coger se han intensificado y eso el Boss lo sabe porque, a pesar del dolor en mis costillas, los últimos seis días me ha follado como una bestia sin control.

Es un jodido dios del sexo, sabe exactamente como complacer a una mujer.

Hoy llega mi hermana, me informará todo lo que sucede en Londres con más detenimiento y no puedo esperar para presentarle al Boss de la mafia rusa, mi marido que me consiente con todo lo que le pido.

Que tierno se ve abriéndome las piernas para chuparme el coño, y algo que me he dado cuenta es que todavía está obsesionado con la Nutella, me la coloca para lamerme el cuerpo, su sonrisa cada vez que lo hace me deja por los suelos. Como sus ojos azules se intensifican cuando me ven embarrada de chocolate es magnífica.

Dejo el vaso con crema en la mesita de noche y me quito la sabana de encima abriéndome de piernas para que me folle pero un dolor en el estómago me hace soltar un grito, se sintió horrible, el Boss se me acerca pero el mismo dolor me golpe sacándome ahora una lagrima.

Mierda, no soporto el dolor, es como un cólico mortal, necesito abortar esta cosa lo antes posible. Las sensaciones que me provoca no me gustan, no me hacen sentir cómoda conmigo misma y es algo que no quiero. Me recuesto en la cama aun desnuda, me abrazo a mí misma volviendo a ese momento en donde mi cuerpo no me agrada y los pensamientos de que si tengo a este bebe mi cuerpo cambie.

Las lágrimas caen por mis ojos y luego siento el cuerpo del Boss detrás de mí arropándonos a los dos. Su cuerpo es caliente y reconfortante, me recordaba en los momentos del pasado cuando tenía pesadillas y papá Elijah me contaba un cuento para tranquilizarme, no me abrazaba como lo hace el Boss, pero sus cuentos me hacían sentir tan bien, que era mejor que un simple abrazo.

Y el ya no está, aunque el dolor de la perdida se esfumó hace años, todavía sigue el recuerdo de sus ojos mirándome antes de morir y esa hermosa sonrisa que poco veíamos, plasmada en su rostro ante de decir un hermoso «Te amo, mi niña» Lloré a mares, era la primera vez que alguien me había dicho que me amaba, y la única, después de todo.

—¿Tu querías tener a Vladimir?

Mi pregunta sale por sí sola, porque aunque no quiero tener a este bebé, siento cierta curiosidad de que pasaría si lo llego a tener, o que se siente ser madre.

—Sí, siempre quise tener un hijo que siguiera con el legado de la familia, y cuando supe que estaba por ser padre, me hizo muy feliz, Koldun'ya.

Sonrío girándome hacia él para subir mis manos por su pecho desnudo y dejarle un beso en la mejilla. Su respuesta es un gruñido, como un león.

—Tienes un hijo muy hermoso, Ilenko, y no lo digo de otra manera malinterpretada, lo sigo como tu mujer.

Acerca su rostro al mío restregándome su barba en mi cuello sacándome jadeos.

—¿Cómo mi mujer?

Le ronroneo ya que le gusta ese sonido en peculiar, es como si se complementara en una manera como lo hace un león y su hembra.

Destrucción (Los Morgan) [+18]Where stories live. Discover now