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𝚂𝚎 𝚛𝚎𝚌𝚘𝚖𝚒𝚎𝚗𝚍𝚊 𝚛𝚎𝚙𝚛𝚘𝚍𝚞𝚌𝚒𝚛 𝚕𝚊 𝚌𝚊𝚗𝚌𝚒𝚘́𝚗 𝚙𝚊𝚛𝚊 𝚊𝚖𝚋𝚒𝚎𝚗𝚝𝚊𝚛 𝚎𝚜𝚝𝚊 𝚙𝚊𝚛𝚝𝚎 𝚢 𝚛𝚎𝚙𝚎𝚝𝚒𝚛 𝚑𝚊𝚜𝚝𝚊 𝚎𝚕 𝚏𝚒𝚗𝚊𝚕 𝚍𝚎𝚕 𝚌𝚊𝚙í𝚝𝚞𝚕𝚘. <𝟹
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Los paseos en bicicleta se convirtieron en una constante en su vida.

Cada día recorrían con parsimonia las calles de la ciudad deleitándose con la refrescante brisa vespertina, aunque a diferencia de su primer salida juntos en las siguientes tiny Volkov portaba un diminuto casco proveído también por Ebaristo siendo éste azul menta con una mariposa blanca en el medio, una clara metáfora referente a que el pequeño ruso era el completo opuesto de Horacio.

Para este último compartir su vida con Viktor para nada supuso un reto ya que tanto su familia como sus amigos lo aceptaron de inmediato.

Por supuesto no bastó demasiado tiempo para que el número de integrantes de su pequeño círculo aumentara con la llegada de tiny Alanna a principios del año próximo y la de tiny Kate dos años después de ella, formando así una cálida esfera que no se limitaba sólo al aspecto social sino incluía otros como el escolar también.

A diferencia de su versión más grande el adorable tiny ruso experimentó lo que era la popularidad.

Todos en el instituto de Horacio lo adoraban y aunque le gustaba pasar desapercibido era bien conocido tanto por alumnos como docentes dada la revoltosa reputación que mantenía el dúo de los hermanos Conway.

Aprendió por experiencia que a su alma gemela le fascinaba meterse en líos, siendo siempre él quien se encargara de ponerle de vuelta los pies sobre la tierra o consolarle cada vez que se ganaba una reprimenda, aunque el niño de rizos miel no podía tomarse enserio aquella faceta dado que en más de una ocasión atrapó a su adorable príncipe sonriendo divertido por verle salirse con la suya al romper las reglas que él tanto se esmeraba en defender.

Horacio se sentía sumamente mimado y no era para menos pues tiny Volkov se desvivía por él de una y mil formas demostrándole cada día cuanto le quería.

A sus ojos Viktor era todo lo que estaba bien en el mundo y ponía su mayor empeño para hacerle sentir de la misma forma que el contrario hacía con él, logrando así que su amorímetro se mantuviera siempre en su mayor nivel.

Con el transcurso del tiempo descubrió que su pequeño ruso adoraba las cosas dulces, que los donuts con crema de leche eran sus favoritos y que tomaba el café sumamente azucarado, de modo que en un afán de mimarle cada vez que tenía oportunidad pasaba por su repostería favorita después de clases para comprarle toda clase de postres que devoraban juntos en el tejado de casa o a la orilla de la playa.

Aquella faceta dulce era sólo la punta del iceberg, pues además de tímido e inesperadamente sincero, tiny Volkov era ordenado, atento y sumamente detallista.

Constantemente pedía ayuda de Conway y el resto de los tinys para darle sorpresas a su alma gemela siendo cada una de ellas más hermosa que la anterior.

En más de una ocasión recorrió la casa arrastrando con dificultad gerberas, rosas e incluso tulipanes siempre con listones de colores para que cuando Horacio abriera los ojos al despertar lo primero que viera fuera una flor en la almohada contigua o alguna golosina de sus preferidas con una diminuta notita que contenía cualquier cosa.

Por supuesto el castaño conservaba cada una de ellas y depositaba incontables besos sobre sus mejillas con una enorme sonrisa plasmadas en el rostro pues a su parecer no había mejor forma de despertar que esa.

» 𝐼 𝑓𝑜𝑢𝑛𝑑 𝑦𝑜𝑢Where stories live. Discover now