Capítulo 2.

13.9K 1.4K 428
                                    

KALEB WALKER

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

KALEB WALKER.

La primera vez que tío Cody apareció, yo tenía seis años. Creo que más bien es la única vez que recuerdo haberlo visto por primera vez. Fue mientras dormía, sentí que alguien estaba observándome y cuando abrí los ojos lo encontré en el borde de la cama. Ni siquiera grité, esta claro que por eso se le apareció tan tarde a un niño de seis años; Sabía que no le tendría miedo.
Me contó quien era, y la razón por la que estaba conmigo. Él solo quería conocerme, pues murió antes de mi nacimiento.

— Kaleb, la negación no es buena. —Aconseja. — Tienes que aceptar que muy pronto conocerás a la persona que amarás como tus padres se aman.

Dejo salir de mis labios una risa sarcástica.— ¿Ah, si? Entonces tengo que aceptar que ni siquiera puedo elegir mis sentimientos.

— Tan terco como ella. —Se acerca y mira el retrato que estoy pintando. — ¿Quién es?

— Soy lo suficientemente inteligente como para saber que no estoy pintando a cualquiera persona. Que niegue tener un ancla es un tema totalmente distinto.

— Debes empezar a aceptar cual será tu destino.

Empiezo a reír. No soporto que nadie me diga lo que tengo que hacer. No quiero un ancla. No necesito un amor épico y no esta en mis planes enamorarme para toda la vida. No tengo idea que tan fuerte es el vínculo con un ancla, pero no será más fuerte que yo.

— ¡Kaleb! —Grita mamá—. Jenna ha venido por ti.

— ¿¡Que!? —Exclamo abriendo la puerta—. ¿Para qué?

— ¿Pensabas qué te quedarías haciendo el vago? —Pregunta papá riéndose. — Nos encanta que seas un artista, pero has perdido el control y tienes que ir con Jenna.

— Tía Jenna únicamente me enseña cuando es estrictamente necesario.

— Te enseño cuando considero que lo necesitas. —Resoplo enfadado—. Vamos, al final siempre te diviertes.

Cojo la chaqueta, giro la cabeza y veo a Cody irse. Nunca he dicho nada de esto a nadie, porque mamá todavía llora viendo sus fotografías y será muy duro para ella saber que puedo verle.
Subo al coche, tía Jenna siempre trata de controlar todo aquello que tenga que ver con mi poder. Supongo que para eso la enviaron.

— Has hecho algo muy peligroso hoy. —Comienza con el regaño, ruedo los ojos y asiento con la cabeza—. No Kaleb, no puedes asentir solamente para callarme.

— Joder que sí, que lo sé. La he cagado y casi hago explotar el instituto ¡Pero lo merecen! Ellos son los verdaderos monstruos aquí, no yo.

— No eres ningún monstruo.

— ¿Ah, no? ¿Entonces por qué permitís qué en los libros se hable de mí como tal? ¿Acaso no soy el demonio qué llegará a la tierra para destruirlo todo? ¡Basta! No me sigáis tratando como un estúpido. —Cierro el puño. — Estoy cansado.

KALEB ® {03}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora