Capítulo 28

5.7K 497 141
                                    

R E S U M E N:

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


R E S U M E N:

La familia Walker esconde un secreto sobre Alanna.

Ethan esta encerrado en su sótano.

Kaleb esta fuera de control.

¿Eda ha muerto?

🤍

KALEB WALKER.

No tengo idea de que es lo que estoy sintiendo, pero teniéndola en mis brazos se hace mucho más intenso e insoportable. La miro esperando que vuelva a abrir los ojos pero no lo hace, tampoco respira y eso hace que mi angustia aumente. Trato de hacerla volver pero por alguna razón que desconozco mi poder no logra hacerla regresar ¿Por qué? Ya la he resucitado antes, no entiendo porque no puedo hacer nada ahora.

Me pongo en pie con ella en mis brazos y me marcho del lugar al que me ha traído a traición. Pienso en cual sería el lugar en el que podrían arreglar esto. Al llegar todo esta vacío, las brujas corren de un lado a otro despavoridas, mientras se gritan para que se den prisa. Cuando me ven sus caras cambian, retroceden todas juntas y tratan de echarme del cementerio.

— ¿Qué buscas? —me pregunta una de ellas.

— ¿No lo ves? Quiere matarnos igual que a las demás. —le contesta una más joven de pelo negro.

La más anciana se acerca y aunque las demás piden que se detenga, hace todo lo contrarío. Mira a Eda, acto seguido me mira a mí y se hace a un lado permitiéndome el paso.

— ¿Estás loca, Eva? Estás permitiendo el paso al monstruo del que huimos. —vuelve a pronunciarse la más joven.

— No podéis iros de aquí, este es el centro de todo vuestro poder y lo perderías. Hacerme creer que os habéis ido os hubiera durado poco. —le digo. — Hubierais cometido un error que sí os hubiera costado la vida a todas.

De nuevo esta apunto de contestarme pero la hacen callar por su propio bien.

Voy detrás de la anciana, que me pide dejar el cuerpo de Eda sobre una de las tumbas del lugar.

— Juliet Marshall. —leo en voz alta.

— Diana debió ser enterrada en este lugar después de su muerte, pero su destierro lo evitó. La maldad que contenía su cuerpo aún estando muerto no nos permitía darle santa sepultura. —comenta mientras observa a Eda.

— No me interesa escuchar historias, mejor dime que se puede hacer o mantente en silencio. —digo sentandome en otra, justamente delante.

Por su cara me doy cuenta de que teme decirme lo que pasa.

— Puedo escuchar lo que piensas, no me obligues.

— No hace falta que lo hagas, sabes la verdad pero no quieres aceptarlo y por eso estás aquí. Si existiera la más mínima posibilidad de salvarla lo habrías hecho tú mismo. No nos necesitas para nada.

KALEB ® {03}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora