Capítulo 10.

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KALEB WALKER

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KALEB WALKER.

Me desmayo por causa del dolor de cabeza tan intenso que siento.
Entonces entiendo todo. Ethan se encuentra en mi sueño nuevamente o tal vez en mi cabeza, de alguna manera se las ha ingeniado para meterse en mi cabeza para de algún modo tratar de asustarme.

— Tus visitas se están volviendo pesadas ¿Sabes? —Le digo en un tono muy sarcástico y mirándole fijamente a los ojos.

— ¿Quién te dice que esto es únicamente una visita?

Se acerca a mí y yo sin embargo no muevo ni un dedo. Simplemente le miro, sonriendo desafiante y sin ningún tipo de miedo. Él sin embargo me mira con curiosidad, como si quisiera descifrar algo de mí.

— Solo eres un adolescente.

— Solo era un feto cuando quisiste matarme.

— Veo que conoces perfectamente la historia.

— ¿De verdad, Ethan? Llevas años viéndonos desde la daga. Deja de hacerte el intenso. —Bostezo. — Incluso desmayado y en mi mente, me das pereza.

— Crees que lo conoces todo, pero no es así. No sabes la mitad de cosas que deberías saber.

— ¿No? Entonces cuéntame.

— No deberías haber nacido, tus padres fueron egoístas al permitirlo.

— Me estas entreteniendo. —Rio— ¿No? Ya sé, lo haces para poder salir de la daga. Oh, claro, me usaste antes para coger fuerza y por ello puedes permitirte estar en mi mente.

— Veo que lo has heredado todo de ella.

— No exactamente. —Lo agarro del cuello— Quizás me falta compasión.

Pone la mano sobre mi muñeca y trata de apartarme, pero con solo mirarle hago que ni siquiera pueda moverse. Él abre los ojos sorprendido e intenta entender como puedo hacerlo.

— Es imposible. Cuando un demonio te encierra en el sueño, solo el mismo demonio puede usar su fuerza demoníaca.

— Eres inteligente, y te aseguro que me sorprendes. Casi consigues engañarme y escapar —Lo empujo haciendo que caiga al suelo— pero olvidas algo muy importante, tío.

Alzo la cabeza levantándolo y comienzo a asfixiarlo.

— No soy cualquier demonio. Soy  Kaleb Walker Tyler, y no existen monstruos como yo.

Aunque furioso es mucho más fuerte, ni siquiera puede intentar enfrentarse a mí. Ahora entiendo la razón por la que intentó matarme cuando solo era un feto; lo intentó porque sabía que jamás podría conmigo, ni siquiera siendo el heredero del trono y príncipe legítimo del infierno.

YULIMA TYLER.

Todos bajamos del coche corriendo. Entramos en palacio y encontramos a Eda junto al cuerpo inconsciente de mi hijo.

KALEB ® {03}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora