CHRIS | Four Chips #2

Capítulo 2.

¿Ojos malditamente penetrantes? Los tiene, tanto que siento que puede ver mi alma.

—Emine.

Christopher James.

Observo a Vanessa y Mark como si de un experimento se tratara, Vanessa está sobre el regazo de Mark mientras se obsequian ligeros besos y sonrisas cómplices, ellos están compartiendo algo que jamás podría entender, eran tan perfectos el uno con el otro que realmente me molestaba que pasaran tantos años y que tuvieran a una acosadora detrás de ellos para que por fin pudieran estar juntos.

Vanessa y Mark habían sido vecinos de la infancia y se odiaban, todo gracias a un besito que Mark le dio a la pequeña Vanessa hace años, ella lo rechazó y luego Mark fue por la cabeza de su muñeca favorita. Historia extraña, pero muy cierta, los seres humanos podemos ser muy complejos, pero la mayoría del tiempo son simples como ellos.

—¿Por qué siento que quieres tirarte un polvo y por eso estás teniendo imágenes mega pervertidas de Vanessa y Mark juntos? —El susurro Frankie no me asusta, solo me hace rodar los ojos como si en cualquier momento esperara un comentario de ese tipo—. No creo que a Mark le vayan los tríos.

—Pero Vanessa también puede elegir—Esta vez tengo a Dustin a mi otro lado imitando los susurros de Frankie—, para nuestra mala suerte si Vanessa quisiera hacer un trio de seguro elegiría a Frankie, Chris, así que no tenemos oportunidad.

—A veces siento que convivo con niños—mascullo mirando hacia el techo como si estuviera hablando con Dios.

—La verdad, si tuviera que elegir a alguno de ustedes para tener un trio elegiría a Chris, pero no le digan a Mark, se pondría celoso.

El nombrado arquea una ceja en mi dirección, por lo que le doy una de mis características sonrisas falsas.

—No me van los tríos.

—Excelente respuesta, Chris—extiende su pulgar afirmativamente como si hubiese dicho las palabras correctas.

Pero la verdad es que ya había estado en algunos de ellos y él lo sabía, pero también conocía que no me interesaba en lo más mínimo estar en uno con él y Vanessa, Mark era muy listo, al menos más listo que Frankie y Dustin. La verdad es que cualquiera es más listo que esos dos.

—¿Cómo han ido las citas con el psicólogo? —decido cambiar de tema, ignorar a los chicos y mirar solo a Vanessa.

Ella felizmente se acomoda a un lado de Mark y me sonríe.

—Todo está progresando más rápido de lo que pensaba, al menos ya mis pesadillas están cediendo.

Luego de que Tanya, una de nuestras estilistas se quitara la vida frente a Vanessa en la sala del apartamento de Mark ella había empezado a tener fuertes pesadillas sobre el suceso, tanto así que no podía pisar aquel lugar. El tomó la decisión hace semanas de conseguir un nuevo lugar, no deseaba que Vanessa tuviera que recordar tan horrible momento cada vez que ella fuera a visitarlo.