Capítulo 8.

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Viste más allá de mi nombre, ¿por qué creías que yo no podía hacerlo también?

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Viste más allá de mi nombre, ¿por qué creías que yo no podía hacerlo también?

—Emine.

Christopher James.

—¡¿Chris, no prestaste atención a lo que dije hace minutos?! Se supone que tienes que sonreír, muéstranos esas perlas y abandona ese ceño, se supone que es una canción de amor, debes verte enamorado.

Si no estuviera rodeado de tantos universitarios con cámara estoy seguro de que pude haberle dado a Bo un puñetazo en su fea cara.

—Si Chris estuviera enamorado estoy seguro de que esa también sería su cara.

—Yo creo que sería mas como si tuviera estreñimiento—Dustin hace una imitación como si quisiera ir al baño y Frankie rompe en carcajadas.

Dustin y Frankie entran en la lista de las personas que quisiera golpear en la cara en estos momentos.

—No les hagas caso e intenta sonreír—Mark se acerca a mi colocando sus dedos en las comisuras de mis labios alzándolas—. Como lo practicamos, ¿sí?

—Estoy enojado, las sonrisas falsas no sales naturales, salen tal cual son... falsas.

—Mientras más rápido terminemos más rápido nos iremos.

—Primero quiero golpear a Bo.

—Haces eso y me darás más trabajo—Austin se pone frente a mí a un lado de Mark haciéndole un gesto para que nos deje solos—. Sé que odias esto, pero recuerda que este también es tu trabajo.

Lo sé, hasta puede que esté quedando como una jodida diva a los ojos de los curiosos y frente al equipo de trabajo, pero es que odiaba esta situación.

La primera vez que estuve aquí Faith la paso muy mal y me enteré porque había logrado escaparme del plató con una gorra y una chaqueta que cubriera bien mi aspecto. Vi como la abordaron para que ella de alguna manera pudiera acércalos a mí. Ella estaba incómoda porque no le gustaba tener todos los ojos en ella. Pero no pude hacer nada, porque sabía que si me veían ahí sería peor.

La segunda vez repetí el procedimiento, pero las cosas eran diferentes. Habían grupos grandes de personas, la acosaban, incluso robaron su teléfono mientras la rodeaban. Tuve que intervenir por medio de Carl, él logró sacarla de la escuela y ella no asistió por dos semanas a la universidad hasta que todo se calmó. Horas después de que robaran su teléfono empecé a recibir mensajes sugerentes de una chica. Cambié mi número de inmediato.

Necesitaba llegar a Faith, quería protegerla y me estaba matando no poder llegar a ella.

—¿Puedes hacer que Carl vigile a Faith?

—Carl debe quedarse aquí, es por el bien de ustedes—aprieto la mandíbula con fuerza, tiene razón pero eso no quita que esté nervioso, miles de escenarios malos están pasando por mi cabeza en este instante—. Pero para que te quedes tranquilo, ¿qué tal si voy yo?

CHRIS | Four Chips #2Where stories live. Discover now