Capítulo 31.

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La vida se trata de aprender a afrontar decisiones difíciles, pero al final somos humanos, a veces

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La vida se trata de aprender a afrontar decisiones difíciles, pero al final somos humanos, a veces... solo...no podemos.

—Emine.

Christopher James.

Lo había retrasado demasiado pero no quedaba de otra, tenía que verla y no estaba muy seguro de cómo reaccionaría.

Primero, antes de ir a la prisión dónde se encuentra mi madre, voy a ver a Piper para mantenerla al tanto sobre mi padre. Al entrar a su consultorio como siempre Melany arruga su ceño y hace una mueca de asco al verme y, también, como es habitual decido ignorarla deliberadamente caminando con paso firme hacia la oficina privada de mi madrina. Pero no hay gritos de parte de Melany por lo que puedo afirmar que Piper está sola.

Abro la puerta sin llamar antes, no la miro, pero puedo sentir que ella lo hace. Me arrojo en el sofá que sus pacientes utilizan para desahogarse, yo solo lo necesito para descansar. Quiero que esta mierda termine.

—¿Alan, a qué debo tu... maravillosa presencia?—titubea un poco, finalmente fijo mi mirada en ella, está sorprendida por verme ahí.

—Papa escapó de su habitación de hospital—El rostro de Piper se deforma, el horror está plasmado en sus ojos.

—¿Qué? ¿Cuándo pasó?

—Hace tres días.

Piper se levanta temblorosa de su asiento y empieza a pasearse de un lado al otro.

—¿Por qué no me habías dicho nada?—dice finalmente al detenerse mirando hacia mí—. Sabes que me gusta estar informada sobre todo este asunto.

—No eres santa de mi devoción, Piper.

—Dios mío, Alan, madura de una vez. Esto no es por ti o por mí, esto se trata sobre Faith.

—Faith está bien—le confirmo, pero ella no está muy segura.

—¿De verdad crees eso? El hombre que abusó de ella por años está prófugo, Alan.

—Lo sé muy bien, sin embargo, está protegida.

—¿Y quién protege su cabeza, Alan? Su mente siempre ha pendido de un hilo. Ella te dirá que está bien, pero tal vez no lo esté.

Eso lo sabía muy bien, pero quería darle la oportunidad a mi hermana de tomar sus propias decisiones. Siempre he manejado su vida, porque no quería que nada le pasara. Aceptó seguridad, una cosa que ella odia, no la haría escoger sobre su salud mental.

—Si ella necesita tu ayuda te llamará, Piper.

—Esto es otra vez sobre ti—discute ella llevando sus manos al aire.

—No lo es, no esta vez. Ya Faith ha pasado por esto, como tú misma lo dijiste yo no sé si ella está realmente bien como afirma decirlo, pero ella sabe que me tiene ahí para lo que necesite y aunque no me guste sabe que puede llamarte cundo de verdad su mente no esté bien. Nadie puede obligar a alguien a pedir ayuda, lo digo por experiencia.

CHRIS | Four Chips #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora