2do libro de la saga Four Chips.
La música despierta miles de emociones que en muchas ocasiones son difíciles de describir con las palabras. La música es para sentirla. Cuerdas, tambor, teclas, viento y voz, elementos importantes para que la música...
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Nunca pude ocultarte cosas, te dije todo de mí y a pesar de eso, te quedaste a mi lado.
—Chris.
Emine Murphy.
Si me hubiesen dicho que conocería a un hombre famoso en tierras canadienses posiblemente habría dicho que las probabilidades serian de uno en un millón. Venia de Cali, Los Angeles era la tierra de los famosos y las oportunidades en la industria de Hollywood, sin embargo yo estaba muy alejada de todo aquello. No conocía a Four Chips, había escuchado su música porque a mi madre le encantaba, incluso puedo recordar como ella me había enseñado algunas de sus canciones, pero nunca le presté mucha atención más que a posiciones, la canción era pegajosa y el doble sentido que brotaba en las letras de aquella canción eran difícil de olvidar. Soy sincera, creo que es la única canción que conocía de dicha banda.
Four Chips, Four Chips, Four Chips... ¿De verdad vivía debajo de una piedra o tampoco eran tan famosos?
No escucho mucho pop, tampoco rock, no soy muy amante de la música actual y mi limitado repertorio musical se inclinaba al blues y el jazz. Mi mitad de sangre turca también me llevaba a escuchar música en aquel idioma. Además de que me ayudaba a practicar mis escasas palabras aprendidas en turco. Tarkan {9} es lo único que quizás escucho de pop.
—Si escuché sobre ellos, pero no con ese nombre—le digo a Faith mientras observo como seis hombres corpulentos alejaban a los estudiantes y ayudaban a caminar a la banda, por lo que Chris había desviado su mirada—. Mamá los ama, pero ella los llama los bombones canadienses.
—¿Tu mamá qué?
Faith rompe en carcajadas, finalmente la miro dejando los gritos y exclamaciones de emoción de un lado, estaba un poco en shock, pero tampoco cambiaba nada. Mirando como Faith aún se ríe a mi lado recuerdo lo que me dijo hace unos minutos y me siento muy mal. Mis padres no eran famosos, pero tenían dinero y conexiones, por lo que entendía sus palabras.
Ser el boleto de entrada para alguien era una perra, nunca te sentías seguro de si podías confiar. Dustin tenía dinero, conexiones, mucho poder, por eso le di mi corazón. La cosa es que olvidé que algunas personas ansían más poder del que ya tienen y son capaces de destruir a una persona por obtenerlo.
—Te entiendo, Faith.
Faith detiene sus risas, me mira confundida. Es normal, considerando que no le he dado detalles sobre mi familia, más que el muy reciente mi mamá ama a la banda de tu hermano.
—¿Me entiendes?
—Sí, entiendo lo que es ser el boleto de entrada para algo más grande que tú.
Faith de inmediato se pone seria. Suspiro y me arrojo sobre el césped viendo el panorama de fanáticas sollozantes a lo lejos. Siento la presencia de la castaña uniéndose a mi lado.
