𝙳𝚒́𝚊 20. 𝚃𝚞𝚕𝚒𝚙𝚊𝚗𝚎𝚜

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Dime, ¿qué color estás viendo hoy?

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—Kageyama

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—Kageyama. —De nuevo. Desafiante y determinado, interponiéndose en su camino luego de haberle tironeado del brazo hasta ese lugar; un puesto de flores.

—¿Qué? —pregunta a modo de respuesta. Sabe que se está por venir alguna estupidez, así que mejor mantenerse alerta.

—¡Elige un color! —exige sin sentido alguno.

Kageyama volvió a mirar a su alrededor. Frente a él, todo tipo de flores, aunque Hinata estaba parado frente a un tipo específico que no recordaba bien el nombre. Supuso que quería que eligiera una de esas, y aunque no tenía ganas de seguirle el juego, lo hizo. Eligió.

Un tulipán de color negro.

—Kageyama, eso es literalmente lo peor que podrías haber elegido... —dice sin aliento y sin cara, completamente decepcionado y sin vida.

Hinata había escuchado de un juego que se hacía entre parejas o con el chico que te gusta. El juego consistía en llevar a la persona a escoger un tulipán sin que éste supiera de qué iba cada uno. Los tulipanes tenían distintos significados, siempre dependiendo del color. Rojo para el amor, amarillo para la amistad, rosa para la pureza, naranja para la alegría, blanco para la paz, morado para la realeza. Negro, para el miedo y el pesimismo, y en el juego, también asociado con el rechazo definitivo.

Era obvio que Bakayama ni siquiera debía saber el nombre de la flor, pero aun así había escogido la peor opción posible. Hinata estaba preparado para recibir una flor naranja, haciendo juego con su energía y su cabello. También lo estaba para recibir la flor amarilla, dolorosa, pero valiosa viniendo de un sujeto que no era amigo ni de la máquina expendedora que le otorgaba sus cartones de leche. Con mucha, mucha fe podría haberse preparado para la morada, ser parte de su realeza y por ende aceptado para ocupar el puesto a su lado. La roja ya era soñar demasiado alto, pero es que, ¿en serio tenía que elegir justo el tulipán negro?

Mínimo uno azul, ¿no? Se conformaba con la paz, tranquilidad y lealtad, porque sí, se había aprendido todos los malditos significados de los colores de esa flor.

—¡Algo que te haga sentir yo, Bakayama! ¿Qué es lo que te transmito? ¿Qué es lo que te hace pensar en mí? —pregunta queriendo tirarse de los cabellos por sí mismo en un modo desesperado de expresar su insatisfacción con esa respuesta.

—Vóley.

—Lo estás empeorando. —Hinata quiere llorar de impotencia, no tenía caso intentar con ese Densoyama cerebro de vóley.

Entonces, Densoyama parece pensárselo unos segundos y desvía sus ojos azules hacia otro rincón del puesto de flores.

—Esto. Esto me recuerda a ti. —Señala otra cosa, una más grande y llamativa. Amarillo, pétalos abiertos en forma de sol y un centro más castaño que oscuro, como si fueran granos de café tostados por ese mismo sol.

Los girasoles tienen la increíble capacidad de seguir la ruta del sol. Se adaptan, se mueven, llegan a torcerse con tal de recibir esa luz, la buscan hasta conseguirla. Símbolos del amor y la admiración, de la felicidad, la vitalidad, el positivismo y la energía. Un combo de todo lo bueno y todo lo genial.

La sonrisa que le muestra a Kageyama es pequeña, es tímida, siente que está siendo tostado por la luz del sol y que por eso está tan tibio y cálido sobre su piel.

Todavía no era verano, pero Hinata ya se sentía a punto de florecer y estallar. Podría superar los tres metros de altura sin saber siquiera si estaban presentes todas las condiciones de cultivo, si la tierra era fértil o terminaría marchitándose. O si capaz se estaba precipitando tanto que exageraba con el riego y el agua oxidaba su tallo. Esperaba que Kageyama no arrancara de raíz las esperanzas en su corazón.

Bueno, esa respuesta no estaba nada mal.

—Y también, esto. —Señala ahora a una abeja que revoloteaba sobre un ramo de margaritas—. Pequeño y ruidoso.

Imbécil.

Es que siempre tenía que cagarla de algún modo, ¿no?

—¡Densoyama, ven aquí que te voy a picar! 

Bueeeno, hoy me inventé un juego random sobre hacer elegir un color de tulipán al ser amado

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Bueeeno, hoy me inventé un juego random sobre hacer elegir un color de tulipán al ser amado. Uno cortito para pasar la tarde. No puedo creer que ya vayan veinte OS, nunca creí llegar tan lejos 😭🤟💕
Gracias por tanto, perdón por tan poco.

Loviu, síganme para más consejos.

𝗣𝗲𝗿𝗺𝗮𝗻𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮 | 𝙁𝙡𝙪𝙛𝙛𝘁𝗼𝗯𝗲𝗿 2021 [𝐊𝐚𝐠𝐞𝐇𝐢𝐧𝐚]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora