-Capítulo 4-

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—Son unos idiotas—comentó Malia, saliendo de la habitación del chico, una vez que sus padres se fueron—. Y tú también, no tienes dónde quedarte, Sinan.

—Encontrare una manera.

—Al menos les hubieras pedido más dinero—los chicos salieron de la casa, ya iban tarde a la reunión con los demás—. ¿Qué haremos? Hay que encontrarte un lugar estable.

—¿De qué te preocupas? No es tu problema.

—Sinan, eres mi amigo y me importas. Claro que es mi problema. Pensaré en algo.

La discusión terminó ahí. Ninguno dijo nada más durante el camino a la casa de la tía de Isik.

















—¿Pasó algo?—pregunto Isik al ver a Sinan y Malia llegar.

Ambos chicos estaban silenciosos, pensativos, más de lo normal. Sinan se dejó caer en un montón en un montón de restos de pana y contestó—: Nada pasa.

Malia no mencionó nada, simplemente camino a la mesa, tomó una de las cervezas y fue sentarse frente a su amigo bajo la atenta mirada de los demás rebeldes.

—¿Cómo de que nada pasa?—insistió Isik—. Pensé que ya no tomabas, Malia.

—Algunas veces es necesario, querida.

Osman miro a su novia pensando en el comentario de Isik, ella tenía razón, Malia ya no tomaba, lo había dejado por completo, pero ¿por qué lo hacía ahora?

—No pasa nada. Es el típico Sinan—respondió Eda dándole una cerveza al chico.

—Pero Isik tiene razón—repuso Kerem viendo a Malia—. Ya habías dejado de beber.

La chica termino la cerveza de golpe y miro mal al ex jugador.

—Kerem, cariño, métete en tus asuntos quieres—se dirigió a su hermana y agregó—: Dame otra.

Eda, confundida, le pasó otra cerveza. Todos sabían que algo andaba mal, pero -por ese momento- lo dejaron pasar.

—Sólo hay una persona calificada para ser candidato a director y es Refik. Y cómo es la perra de Necdet no irá contra él.

—Entonces estamos jodidos.

—Yildiray es la solución.

—¿De qué estás hablando? ¿Quién es Yilindiray?

—Es el director regional—respondió Malia—. Él señor que asistió al discurso.

—Y también es el padre de Elif, la necesitamos.

—Si Yildiray recomienda a Refik, él se emocionará por ser el nuevo director—termino la chica por su amigo.

—Wow, me asustan los dos. Parecen sincronizados y toda la cosa—comentó Kerem hacia Malia y Sinan—. Cuenten más.

—Eso es genial. Pero, ¿por qué nos ayudaría Elif? Es insoportable.

—Es insoportable, estoy de acuerdo.

—La necesitamos. Osman debería hable con ella.

Y Malia termino de entender el plan de Sinan. Elif tenía un "algo" por Osman y si él iba y le pedía ayuda era muy probable que se la diera.

—¿Yo? Imposible. Creo que no me soporta.

—Entonces, ¿debería ir a hablar con ella?—cuestionó Eda—. ¿Debería ser amable?

—¿Y si la asustamos?

—No—interrumpió Malia—. Debe ir Osman, es la única alternativa.

—Malia tiene razón. Osman debe hacerlo.

—Está decidido, Osman. Como mi hermana dijo: no hay alternativa.

—No quiero lidiar con ella.

—Bueno, si no quieres no lo hagas.

—Vamos, cariño, no será tan malo—intervino Malia—. Será más fácil de lo que crees.

—Bueno, lo haré. Pero no esperen demasiado. Esto saldrá mal desde la primera palabra.

Sinan vio a Malia, mientras todos los demás felicitaban a Osman.

—¿Te preocupa que vaya?

—¿Debería?—respondió la chica en un susurro.

—No, lo sé. Dímelo tú. Creí que estabas segura de los sentimientos que Osman tenía hacía ti.

Malia no respondió nada. No supo qué decir. Ella siempre había estado cien por ciento segura de lo que su novio sentía por ella, pero esa chica, Elif, había algo que no terminaba de gustarle, era como si supiera que ella le haría daño, mucho daño.

Rebeldía/ Love 101.Kde žijí příběhy. Začni objevovat