-Capítulo 11-

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—Y, ¿eres feliz? —preguntó Isik.

Había notado que la comida de su antigua amiga seguía intacta, era como sí la Eda de 17 años que no comía para no engordar volviera.

—¿Sí soy feliz? —la rubia asintió. —No losé, no pienso en eso. ¿Acaso importa? ¿Sigues buscando la felicidad?

—Por supuesto, aún que no sea capaz de encontrarla la busco, trato de ser yo misma. Tú y Malia fueron las que me enseñaron eso, Eda.

El nombre de Malia hizo que la ahora mujer frente a la rubia se tensara.

—Con Malia no lose, pero yo me olvidé de lo que sabía. —dio un trago a la cerveza bajo la atenta mirada de Isik. —¿Cómo era lo que decíamos? Creíamos que podíamos desafiar a todo el mundo.






















—¿Qué pasará ahora?

—No lose. —respondió Eda a su rubia amiga.

—Estamos jodidos.

—No lo crean tanto, chicos. —murmuró Malia con una leve sonrisa en su rostro.

Estaba nerviosa por el veredicto de los profesores, pero a la vez estaba esperanzada de que Burcu pudiera salvarlos una última vez más.


























—"Lo peores" Esa descripción nos permite olvidarnos de que son seres humanos, nos permite ser despiadados cuando luchamos contra ellos. —decía Burcu.

—Por favor profesora...

—Kerem es hijo de Kenan Öz, es un muchacho muy privilegiado y anda por ahí buscando alguna oportunidad para portarse mal.

—Es malcriado. —refutó una de las maestras presentes.

—O está enojado, porque todos lo ven de la misma forma. Si, Kenan Öz es un hombre importante, pero ¿sabemos qué clase de padre es en realidad? ¿Sabemos por lo que Kerem está pasando en casa? —cuestionaba la profesora Burcu. —Eda, es una chica muy talentosa, ella tiene el valor de hacer muchas cosas, pero queremos expulsarla. Es hermosa de todos modos, podría casarse y olvidarse de esto.

—Señorita Burcu, me gustaría recordarle que usted nos acusó de hacer esto personal y eso es lo que usted está haciendo en este momento.

—Si, me di cuenta que eso es lo qué hay que hacer. Cada persona en el mundo es diferente, ni los principios y las reglas importan sino la persona, aunque la persona se vea completamente horrible desde afuera...

>>Sinan vive solo desde los 14 años, fue abandonado por sus padres. Con todo ese dolor el chico pudo quemar la escuela, pero está tratando de mantenerse en pie y continuar con su vida.

—No puedo creerlo. —murmuró Necdet.

—¿Nosotros sabemos lo que es ser abandonados por tus padres? No sentir su cariño. —pregunto. —Cómo Malia, su familia la repudia porque es lo suficientemente valiente para alzar la voz y decir lo que quiere, ella a vivido toda su vida sin el amor de sus padres igual que Sinan, solo viendo cómo aquel amor lo reciben sus hermanas...

Rebeldía/ Love 101.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora