-Capítulo 1-

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¿Cómo estás? ¿Cómo te va? ¿Estás feliz con tu vida? ¿Contigo mismo? ¿Con todo? Han pasado muchos años, muchos amores y guerras. Nacimientos, bodas, funerales. Hemos pasado por muchas cosas alejados, aunque éramos el principio de todo. Nosotros nada más.

¿Aún sigues cruzando los límites como antes? ¿Sigues rompiendo las reglas? O ¿Solo te alejaste de todo lo que hacíamos?
¿Qué éramos? ¿Qué era todo lo que pasamos?

Aún me parece un tanto irreal, nosotros, nuestro grupo. Los peores. Así nos llamaban en la escuela: "los peores".




















•1998•

Día de escuela, tal vez llegaba a molestarles a muchos estudiantes asistir al colegio, pero a Osman no. Él dirigía un grupo de chicos nerds y vendía las tareas a otros alumnos, aquellos días era donde más ganaba dinero.

Era inteligente, demasiado. Para el director Necdet fue difícil darse cuenta de los negocios de contrabando que tenía el chico dentro de su escuela.

—Buenos días. ¿Hay algo que deba saber? —preguntó Osman al hombre de vigilancia que estaba en la entrada.

El vigilante en respuesta le hizo una seña con la cabeza en dirección a un chico de cabello afro y lentes. A grandes pasos se dirigió hasta él. Era uno de su grupo de nerds.

—Cuéntame. —pidió dándole algunos cacahuates al chico de lentes.

—¡Estamos jodidos! Necdet va tras nosotros. —esas simples palabras lo hicieron darse cuenta de la situación.

Tranquilizó al chico y entró al edifico. Justo al entrar el director Necdet pasaba por el mismo pasillo que él. Osman no le tenía miedo. Se acercó con las manos en los bolsillos, con demasiada tranquilidad, para plantarle cara.

—Osman. El maldito Osman. Organizaste un grupo de nerds verdad. ¿No te da vergüenza venderles tareas? ¡Imbécil! —exclamó el director con enojo.

—No, no. Escuché lo que le diré, no es para tanto. Es por el bien de la comunidad estudiantil, todos ganamos. —explicó el chico tratando de que su negocio clandestino pareciera decente.

—¡Lárgate!














Gritos, sudor y juego. Kerem estaba jugando baloncesto en el gimnasio tratando de evitar escuchar el bullicio a su alrededor, era bueno jugando, por no decir uno de los mejores.

El partido iba bien hasta que empujaron sutilmente a Kerem y el chico resbaló.

—¿No ves que fue una falta? —cuestionó mientras se acercaba al árbitro.

—No fue nada. Sigan jugando.

—¿Cómo que no fue nada? —volvió a preguntar recibiendo la misma respuesta que la anterior.

—Sigan con el juego.

Con el enojo a flote, Kerem fue corriendo como sí intentara seguir jugando, pero sin esperarlo el árbitro recibió una fuerte patada haciéndolo caer, el joven chico lo tomó de la camiseta y comenzó a pegarle. Pronto su equipo estaba intentando detenerlo.

Rebeldía/ Love 101.Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang