-Capítulo 6-

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Ninguno de ustedes llegó a la foto ese día.

Yo estaba muy molesta y dolida, aún siento un nudo en la garganta cuando pienso en la soledad que sentí.

¿Qué pasará hoy? ¿Hoy sí van a venir?
Por favor vengan, no me hagan sentir lo mismo que sentí ese día.
























Esto es tan patético. —murmuró Malia quitándole la licorera a Sinan para tomar de ella.

—¿Qué te molesta? ¿Qué volvamos a estar solos o que ya no puedas hablarle a Osman?

—¿De qué diablos hablas, Sinan?

—Vamos, Malia, eh visto como se ven, la noche que llegaste a mi casa te veías afectada. ¿Qué pasó entre ustedes?

—Nada, nosotros... —suspiró rendida, debía decirle. —Nos besamos.

—Eso tiene explicación a tu extraño comportamiento.

—No tentó ningún extraño comportamiento, solo no quiero sentir nada por él.

—¿Y qué sientes, Malia?

Aquella preguntó quedó grabada en la mente de la chica, sentía algo por Osman, pero... ¿Qué tan fuerte era ese sentimiento para hacerle perder el miedo hacia el amor?






















—¿Por qué venimos aquí? — preguntó Malia mientras llegaba junto a Sinan a las canchas de baloncesto.

Su amigo le había dicho que debían ir a un lugar para tener de nuevo el plan en marcha de no ser expulsados, pero nunca imagino que irían con Kerem y Osman.

Sinan pasó de largo a Kerem para ir hacia Osman directamente, en cambio Malia se acercó al jugador para hablar con él y mantenerse lo más alejada del de ojos verdes.

—Hola. —saludó Malia mientras le quitaba la pelota.

—¡Oye! —exclamó Kerem, pero al ver a la chica sonrío. —Bien, juguemos.

Durante la próxima media hora los amigos se dedicaron a jugar bajo la atenta mirada de Sinan y Osman, especialmente la de este último quien no podía quitar la mirada de la chica.

—¿Te gusta? —preguntó Sinan.

—¿Quién?

—Malia, es obvio.

—Mucho, pero yo a ella no...

—¿Le gustas? —el de ojos verdes asintió. —Ella fue a mi casa la noche en que se besaron.

—Mira, Sinan, no me interesa lo que ustedes...

—Tranquilízate, Osman, solo somos amigos. Estaba alterada, demasiado.

—¿Qué quieres decir? —cuestionó Osman.








Malia llegó a la casa de Sinan con el cabello alborotado y el rímel levemente corrido.

—¿Qué sucedió?

Rebeldía/ Love 101.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora