-Capitulo 9-

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—Amigos vayan a comer, llévatela Burak. —exclamó Kerem mientras llegaba con Malia a donde se encontraba Eda y Burak.

—Muchas gracias por el permiso. Por supuesto, Burak, vamos a comer algo ya.

—Chicos, no hagan esto. —musitó Malia a su hermana y amigo.

—Aunque no va a comer, tú comerás y ella solo verá. —comentó Kerem ignorando a la chica

—Claro que no, muero de hambre, ya que no hay nada que me impida comer...

El exjugador la miro entre dolido y enojado, se dio la vuelta para seguir su camino.

—No debiste hacerlo Eda.

Malia corrió tras su amigo, era claro que se sentiría terrible.




























—Es como fuego, no te puedes acercar porque te quema. ¿Me entienden?

—Claro.

—¿Quién es? —preguntó Osman recibiendo un leve golpe de su novia.

—Eso no se pregunta, Osman.

—Pero ella está loca, me volveré loco. —suspiró. —¿Porqué no hay nadie aquí? Podría golpearlos y relajarme para desahogarme.

—Tranquilo, Kerem, ya verás que todo estará bien. —Malia sonrió hacia su amigo. —Debo irme, quede con Eda e Isik en verme dentro de poco. Los veo en un rato.

Tras darle un corto beso a su novio y despedirse de sus amigos salió en dirección a la casa de Burcu, ahí vería a su hermana e Isik.





























—Solo vinimos a felicitarla, resulta que pidió su cambio por una buena razón.

—Así es, si.

—Nos sorprendimos y nos pusimos tristes porque vamos a cursar el último año sin usted.

Burcu escuchaba atenta a Isik mientras que comenzaba a servir el té.

—¿Es en serio? —exclamó Eda.

—¿Disculpa?

—Usted se irá, se irá de la ciudad, cambiará de vida y además se casará. ¿Solo beberemos té? Hay que beber una botella de vino.

Malia intentó no reír por las palabras de su hermana, se veía algo afectada, suponía que la cita con Burak no había terminado tan bien.

—Tienes razón, vamos a beber, me quedan unas botellas de vino del compromiso.

Burcu fue por cuatro copas y una de las botellas de vino tinto, mientras la maestra y Eda las tomaron de un solo trago Isik se mostraba incómoda y Malia, aún que no bebiera, no le molestaba que los demás lo hicieran.

—Isik, Malia, sí no quieren beber...

—No, ellas beberán. Isik necesita relajarse. —refutó Eda, luego miró a su hermana confusa. —¿Tú porque no bebes? Nunca pierdes la oportunidad.

Rebeldía/ Love 101.Where stories live. Discover now