-Capítulo 10-

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—Lo lamentó—dijo Eda, ambas hermanas se encontraban esperando a que los demás chicos llegaran—. Debí haber dicho algo.

—No fue tu culpa—murmuró la castaña—. Tú tenías tus propios problemas con Kerem.

—¿Cómo lo...

—¿Sé? No es difícil adivinar ahora qué están tan alejados. Pero al menos estás dibujando, y eso te ayuda, ¿no?

—Mucho—respondió Eda—. En verdad lo lamento, Malia, no estar ahí para ti.

—Lo sé. Yo también lamento no estar para ti.

Las hermanas se dieron un breve abrazo poco antes que los demás rebeldes llegaran a la casa de la tía de Isik.

El primero en hablar fue Kerem al ver a Elif y a la rubia salir de la casa de esta última.

—Hola, Isik. Si ya te calmaste, hablemos.

—Sonaste igual a Necdet por un segundo—intervino Eda.

—No hagas bromas. Aléjate.

Al ver la mirada de dolor de su hermana, Malia tomó su mano y la alejo de Kerem.

—¿No trajeron nada de beber?

—Lo olvide—intervino Elif—. Les compré algo.

—Mírate, yendo por el mal camino.

—Son para todos—Elif dejo las cervezas -un tanto calientes- en el centro.

—¿Cómo te escapaste? ¿No se enteraran?

—Hice lo que me dijiste. Puse un disco viejo y me fui.

Para Malia fue inevitable fijarse en las expresiones, movimientos entre Elif y Osman, la primera parecía refugiar un inocente y profundo amor hacia el chico, y él -aunque se veía un tanto incómodo por la presencia de ambas chicas- parecía en paz, calmado. Y Malia lo entendió.

—¡Carajo!—exclamo la chica, atrayendo la mirada de los presentes a ella.

—¿Qué pasa?—cuestionó Sinan.

—Lo entiendo. Al fin lo entiendo, Sinan.

—¿Qué entiendes, Malia?

—Kerem, cariño, métete en tus asuntos.

Sinan le dirigió una mirada a su amiga, algo le decía que cualquier cosa que hubiera entendido había sido para bien. Pero, desafortunadamente, esa interrupción fue la que terminó explotándolo a él:

—¿Podemos pensar en un plan?

—Eso hacemos, Sinan, eso hacemos, pero no se nos ocurre nada. ¿Tú tienes algo?

—La desesperación es el refugio de la humanidad—habló Sinan, serio—. Hay que culpar a otros y creer que no puedes hacer nada. Es lo más conveniente, ¿no creen?

—Sinan, no...—intentó intervenir Malia antes de que su hermana respondiera.

—¡¿De qué estás hablando?! ¡¿Crees que esto no me importa?!

—¡Al parecer no!

—Tranquilo, hermano. Estamos pensando.

—Kerem tiene razón, Sinan—dijo Malia, colocando su mano en el hombro de su amigo—, tranquilízate un poco.

—Hagan lo que quieran, beban y hablen—tomó su mochila con una mano, y con la otra sostuvo la mano de Malia—. Y finjan que quieren hacer algo. Nos vamos.

Los amigos se fueron del lugar, Malia no quería irse, al menos no en ese momento, no que ya lo había entendido. A lo lejos, mientras caminaban, pudo escuchar los últimos gritos de su hermana:

—¡Váyanse a la mierda! ¡Que bueno que te golpeo a ti!—exclamo—. ¡Estamos vueltos locos por tu culpa, pero te da igual! ¡Ya es hora de que lo superes y escojas!

Elif miro confundida a Eda, no había entendido del todo a que se refería, pero sentía que la involucraba.

Osman se mantuvo en silencio, igual que Elif, Kerem e Isik, una vez que Eda se fue. El chico tenía la mente vuelta loca, y no pudo evitar tomar una decisión esa misma noche. Tal vez la decisión equivocada.













✨✨✨

Hello, estuve muy desaparecida, lo siento. Aquí otro capítulo. Espero mañana tener otro.

Ahora que estaba viendo este capítulo, no creen que ¿Elif e Isik se parecen un poco? ¿O soy solo yo? No hablo físicamente, claro, sino de sus personalidades.

Rebeldía/ Love 101.Where stories live. Discover now