-Capítulo 11-

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—¿Por qué no te quedas?

—No es mi casa—respondió Sinan—, además ya estuve demasiado tiempo aquí.

—Pero él te ofreció su casa—respondió Malia.

—No. Me ofreció quedarme mientras arreglaba el librero.

Malia miro a su amigo, su mochila a un lado de la puerta y ese adorable perro acostado en la sala, se acercó a él.

—Él quiere ayudarte, Sinan—murmuro—. Por favor...

—Malia, no. Para. Volveré a la escuela, estaré bien por un tiempo.

La castaña puso los ojos en blanco, su amigo era demasiado terco, pero al final era su decisión, no podría obligarlo a nada.

—Bien, habla con Kemal, te espero afuera.

Al salir por la puerta se topó con su profesor, apenas lo miro un segundo antes de continuar su camino hacia la salida del edificio. Ojalá Sinan no fuera tan terco.





















Al día siguiente, mientras caminaba a la salida de la escuela vio a lo lejos a Kerem, recargado en su moto, antes de pensarlo ya estaba caminando en su dirección.

—Hola, Malia—saludó.

—Hey, ¿todo bien?—preguntó la castaña—. Lamento lo de la otra noche.

—Está bien. Sinan está preocupado, igual que todos.

—Sí, a todos nos da miedo que Isik no vuelva.

Antes de continuar con su conversación, Osman apareció, inevitablemente el chico miró a Malia, tal vez un poco más de la cuenta hasta que Kerem hizo unos obvios ruidos con la garganta.

—¿Irán con Isik esta noche?

—Sí, claro—respondió de inmediato Kerem.

—¿Tú irás, Malia?—pregunto directamente Osman.

—Probablemente—respondió cortamente la chica.

—Bien.

Ambos ex novios se miraron fijamente, ambos con tantas palabras retenidas, oprimidas en lo más fondo de su mente y su corazón, había tantas cosas por decirse que simplemente no supieron por dónde iniciar, o no ser armaron de valor.

—¿Cómo estas?—pregunto Kerem, la chica se mantuvo en silencio a su lado.

—Igual que siempre—respondió Osman—. ¿Eda y tú terminaron?

—Sí. Teníamos que terminar.

—Eso no es cierto, Kerem—interfirió Malia—. Eda y tú nunca debieron terminar, se aman.

—Ay, Malia. Cuando amas a alguien buscas ser la mejor versión de ti mismo—comentó Kerem, al borde del llanto—. Y mi mejor versión es está.

Kerem rompió en llanto frente a sus amigos, estaba completamente vulnerable. Malia pasó uno de sus brazos alrededor de Kerem, miró por un momento a Osman y extendió su mano para que se uniera al abrazo, sí, no estaban en los mejores términos, pero Kerem los necesitaba en ese momento.

Tras un par de minutos Kerem se alejó de la ex pareja, rompiendo el abrazo grupal.

—Nos vemos en la noche—dijo como despedida, se subió a su moto y se marchó deprisa.

—Debemos hacer algo, Osman—comentó Malia.

—¿Qué quieres que hagamos?

—Kerem está sufriendo, igual que mi hermana—insistió la chica—. Debemos hacer un plan para que vuelvan a estar juntos.

—Malia, no podemos hacer nada. Kerem la dejó y no volverá con ella.

—Kerem la ama, más que nada en el mundo, solo que tiene miedo.

Osman dio un paso, acercándose a la chica.

—¿Miedo de qué?

Malia, reuniendo toda la fuerza de voluntad que tenía, respondió:

—De no ser suficiente.

Sin poder evitarlo ambos pensaron en ellos, en lo que fueron y en lo que no serian jamás a no ser que alguno diera el primer paso para arreglar las cosas, pero Malia no lo haría, no hasta que estuviera segura que Osman no sentí nada por la chica nueva, y Osman tampoco se atrevería hasta que estuviera seguro que los sentimientos de la castaña fueron hacia él y no hacía Sinan.

Que difícil es el amor cuando no te comunicas.




































💓💓💓

Montón de tiempo sin escribir por acá, estoy tan feliz de volver. El capítulo fue corto, pero espero tenerles uno nuevo pronto y más largo.

Como dije en el aviso anterior estaré leyendo y viendo la serie hasta volver a ordenar las ideas del fan-fic para continuar con él.

Por último, les agradecería que votaran y comentarán, me entusiasma mucho leer sus comentarios.

Besos.

Rebeldía/ Love 101.Where stories live. Discover now