-Capítulo 12-

1.2K 89 0
                                    










—¿Crees que era verdad?

—¿Qué?

—Las decisiones que tomas a los diecisiete. ¿En serio no importan para nada? ¿Esos días determinan lo que eres? ¿Tus primeras elecciones te convierten en lo que eres? ¿Qué opinas? —se cuestionó Eda.

—¿Qué opinas tú?

—Que nunca cambiamos.

—Creo que no. —respondió Isik con un toque de diversión.

—Sí pudieras hablar con tú yo de esos días. ¿Qué le dirías? ¿Qué le dirías a tú yo de diecisiete años?

—Muchas cosas... —suspiro. —Le diría que no tuviera miedo de ser ella misma, le diría cuando debes escuchar a tus mayores, cuando no tienes tu propia opinión. Siempre ten esperanza, nada es el fin del mundo...

>>La vida es más larga de lo que piensas, nuevos caminos se te van a abrir, se te abrirán nuevas puertas cuando crees que estás contra la pared. Que la vida empieza una y otra vez.  Le diría que se reconociera, que estableciera su propio valor. Le diría que no le de tanta importancia a que los demás digan de ella, que solo ella sabe lo que es. Tú eres única, mereces amor, entiéndelo.

—Pero claro, nuestros yo de diecisiete años tendrían mucho que decirnos, las cosas a las que nos pudimos aferrar se perdieron en el camino con el cansancio de la vida adulta.

La rubia sacó de su bolsillo aquel viejo brazalete junto a una pequeña cadena con la letra R.

—Los guardaste. No puede ser. —sonrió. —Querían que nos disculpáramos. ¿Lo recuerdas?






































Aquel día por la mañana Malia no fue con sus padres, salió mucho antes de casa para ir junto a Sinan a la escuela. Cuando llegaron todos estaban esperándolos. Isik junto a sus padres al igual que Osman, Eda y Kerem. Los dos se mantuvieron fuertes, especialmente cuando los padres Malia le hicieron señas para que se acercara a ellos.

—Te ves terrible. —murmuró la chica a su amigo.

—Tú también te ves bien.

—Sé que no necesitas que te lo diga, pero no me disculpare.

—Lose, sí quieres un lugar donde quedarte puedes hacerlo en mi casa.

—Gracias, pero dudo que siga aquí después de esto.

—¿Porqué? —cuestionó su amigo.

—Porque no podría quedarme viéndolos a todos seguir.

—No estés tan segura... —comentó por último viendo al profesor Kemal acercándose a ellos.

—¿Qué están haciendo aquí? ¿No deberías estar con tus padres? —preguntó lo último dirigiéndose a Malia.

—Prefiero estar aquí.

—No hagan nada tonto. —habló mientras le acomodaba la corbata a Sinan. —Vamos, no es para tanto. Así es el mundo, las cosas pasan.

Rebeldía/ Love 101.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora