21.- Enamorarse otra vez © [Libro 1 Bilogía 21 meses]

Capítulo 1 La semilla de la duda

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Martina

Mi uña golpea insistentemente en la mesa de la sala de clases.

Este salón es de los que más me gustan, es redondo, y las mesas van bajando hasta llegar al pizarrón. Decidí sentarme en las últimas filas solo para quedar más cerca de la puerta, y en cuanto suene el timbre, tomar mis cosas y largarme lo antes posible.

Pero el profesor Clark no me lo está haciendo fácil, hace 5 minutos debió terminar su cátedra, pero sigue hablando, y claro, la clase no se termina hasta que el profesor lo diga.

Dejo de golpear la mesa solo para tomar mi teléfono y corroborar la hora, ya van 6 minutos...

Frustrada, apoyo mi cabeza entre las manos mirando al profesor, mi pierna comienza a moverse de arriba a abajo sin control.

—¿Quieres dejar de moverte, por favor? Me pones nerviosa.

Me giro y veo como mi mejor amiga, Lucía, me observa con gesto de cabreo.

—¿Por qué tarda tanto en terminar? — susurro, ofuscada — ya está pasado en 6 minutos...

—Ya sabes cómo es el profesor Clark... — susurra ella en respuesta — a él no le importa que...

Lucía se calla cuando el profesor da por terminada la clase de hoy. El salón se llena de ruidos de conversaciones y sillas moviéndose mientras los estudiantes guardan sus cosas y comienzan a subir las escaleras en dirección a la salida.

Me paro de un salto y tomo mi bolso, estoy a punto de salir corriendo del lugar, pero Lucía me detiene del brazo.

—¿Por qué  tienes tanta prisa? — pregunta, extrañada — además, estas muy nerviosa hoy... ¿pasa algo?

—Hoy es 7 de septiembre, amiga — le respondo. Ella reacciona inmediatamente con los ojos muy abiertos.

—¿Es hoy? — murmura en un jadeo — entonces...

—¡Sí!

Ambas chillamos emocionadas tomándonos de las manos. Algunos estudiantes nos observan divertidos y otros nos juzgan desde su posición.

No me importan. Nada me puede quitar la felicidad de este día.

Lucía me da un rápido abrazo deseándome suerte y yo salgo a toda prisa antes de que los demás estudiantes alcancen a llegar a la puerta.

Corro hasta los bicicleteros y salgo de la universidad pedaleando como si me persiguiera el diablo.

Hoy, es 7 de septiembre, mi aniversario número 7 con mi novio Daniel.

Llevo esperando este día desde que él me comentó que para celebrarlo iríamos al Rougarou, el restaurante más lujoso de la ciudad.

¿Y por qué estoy tan emocionada? Bueno, porque Daniel no es de hacer planes con anticipación ni tampoco celebrar las cosas.

Por lo que creo que hoy es el día. Sí. El día que al fin me entregará el anillo de compromiso que llevo un tiempo deseando.

No es que me haga falta, con Daniel siempre hemos sido compañeros, amigos y amantes, pero desde que mi hermano le propuso matrimonio a su novia, se me ha hecho mucha ilusión que él me lo pida también.

No sé porque, quizás fue la intuición femenina, que me hizo pensar que talvez él tenía todo preparado para hacerlo el día de hoy.

Primero fueron insinuaciones, que tenía una sorpresa que darme, luego, comenzó a actuar más extraño, estaba nervioso todo el tiempo. Así que estaba casi en un 99% segura que esta noche, sería la noche.