Capítulo 5 Limpiar las heridas

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Axel

Siempre dicen que los hombres se quejan de que las mujeres se demoran mucho en arreglarse porque para ellos es fácil: una ducha, ropa limpia y están listos.

Bueno, no es mi caso. Si le he dado a Martina 1 hora para estar lista, no es porque sea condescendiente con ella, es porque yo también necesito mi tiempo. 

Después de la ducha, me preocupo de mi piel, perfume y que la ropa que elija realmente me quede bien. Creo que un jeans con una camisa negra y una chaqueta del mismo color se ve bien para una ocasión como esta. Nada muy formal.

Me preocupo de mi cabello, no es como que ese look descuidado sea natural, claramente lo acomodo para que luzca así.

Después de 40 minutos salgo de la habitación.

Reviso mis redes sociales mientras espero esos 20 minutos extras. Tengo mensajes privados sin leer en la aplicación de citas, pero los ignoro, Alice me ha estado escribiendo insistentemente para vernos otra vez, pero honestamente, no he tenido muchas ganas y fui sincero con ella desde el primer día.

Cuando faltan 5 minutos decido ir a buscar a Martina.

—¡Espera! — grita ella desde dentro del departamento — ¡aún me quedan 5 minutos!

A pesar de lo que dice ella igualmente abre la puerta, riendo.

Lleva un vestido verde militar, con botones, un cinturón negro y unos bototos planos color café. Su pelo está semi recogido en un moño casual. No lleva mucho maquillaje, pero si ha querido destacar sus largas pestañas.

—No es cierto, ya estoy lista. Solo déjame tomar una chaqueta y nos vamos.

Vuelve dentro de su habitación y sale con una chaqueta de cuero color café y con una pequeña cartera.

—Estas muy guapa — digo. 

Ella me sonríe un poco tímida y noto que se sonroja.

—Bien... Entonces ¿dónde vamos?

•••

Estaciono el auto frente al lugar donde he decidido traerla a almorzar.

Es un bonito restaurante, un poco alejado del centro de la ciudad, tiene todo un concepto que destaca la cultura del Egipto Antiguo, sé que Martina tiene ascendencia egipcia por parte de su padre, que falleció hace años, creí que sería un bonito gesto mostrarle este lugar, por su cara sé que he acertado.

—No tenía idea que existía un lugar así acá — dice sorprendida — ¿cómo lo has encontrado?

—Pues, por Google — me encojo de hombros.

—Es un lindo detalle Axel, te lo agradezco mucho.

—Ya te dije que no tienes nada que agradecer, mejor vamos que me está dando hambre.

Nos toma un par de minutos entrar, porque de camino hasta la puerta principal, Martina se detiene en cada adorno puesto por el camino, se toma selfies con los grandes bustos de distintos dioses egipcios que ella nombra a medida que los encontramos.

Se me escapan risas con lo emocionada que está, realmente parece una niña.

Le tomo algunas fotografías con mi celular, para compartírselas después. Cuando ya ha visto todo el lugar, decidimos entrar.

Martina esta alucinada, mira todo el restaurante mientras yo hablo con el chico de la entrada para que nos dirija a una mesa, lo seguimos hasta un espacio para dos en un rincón del restaurante.

21.- Enamorarse otra vez © [Libro 1 Bilogía 21 meses]Where stories live. Discover now