Capítulo 33 Un último favor

1.8K 121 28
                                    

Axel

Llevo poco más de un mes con Martina.

Cada vez me vuelvo más vulnerable a su lado. Paso mucho tiempo con ella, la ayudo con sus videos para subir a internet, tengo más talento que ella para editar videos y promocionarlos así que sus seguidores han subido bastante.

Todos la llenan de comentarios de los hermosa que es y que su voz en muy angelical. Y al contrario de lo que podría haber sentido, no tengo celos, más bien estoy orgullosísimo de que la mujer de mis sueños sea feliz con lo que hace.

Le enseñé a conducir y al fin sacó su licencia. Estaba tan feliz, que le presté el auto solo para ir a dar vueltas sin ningún destino fijo.

Pero aun nuestra relación no tenía nombre. Lo hablamos, pero decidimos que no tenía importancia ponerle una etiqueta a algo que evidentemente era una relación estable y feliz.

Mis sentimientos por ella cada vez eran más grandes, más fuertes, pero aun así tenía un miedo irracional a decirle como me sentía, ella tampoco lo había dicho, pero me lo demostraba. Cada día me demostraba que me quería, pero... ¿por qué no podía decírselo?

Pero obviamente, no todo es color de rosas.

Mi madre no había dejado de llamarme e insistirme que hablara con mi padre. Yo me había negado cada una de las veces y al final opte por dejar de contestar sus llamadas. 

Ella, terca a mas no poder, comenzó a mensajearme constantemente.

Su insistencia me estaba estresando y estaba comenzando con jaquecas otra vez.

Esa tarde, después de una reunión con un nuevo cliente en la oficina, salgo en dirección al departamento cuando un mensaje de mi primo me llama la atención.

Víctor: Tu madre te necesita. Esta en la clínica San Luis. 

Mi corazón se acelera. O se detiene. No lo sé bien.

Intento llamarlo, pero no responde, ni Gabi, ni míos tíos, y claramente mi madre tampoco.

Frustrado por poco lanzo el celular al piso, pero me contengo y decido tomar un taxi hasta la Clínica que me indicó mi primo.

Llego sin saber muy bien donde dirigirme, después de preguntar en distintos mesones, logro encontrarla.

—¿Axel Torres? — pregunta la chica del mesón.

—Sí... busco a Dalia Cruz por favor, me he pasado por toda la clínica buscando...

—Se encuentra en la sala 14 en el sector B del 2do piso — me interrumpe.

No me mira a los ojos. Está algo nerviosa.

Se que provoco eso en las mujeres, pero demonios, no estoy intentando ligar con ella, a menos que su nerviosismo sea por otra cosa.

Dándole las gracias subo las escaleras y busco el sector B, encuentro la numeración de las salas y avanzo a paso rápido, 7... 8... 9... doblo hacia la derecha avanzando más rápidamente 12... 13...

Llego a la puerta número 14 y me detengo con el corazón latiendo con demasiada fuerza. La puerta está entreabierta, trago saliva antes de abrir poco a poco y avanzo hacia el interior de la sala. Veo a mi madre sentada en una silla junto a una camilla.

Exhalo el aire que contenía al ver que esta sana y salva, pero la tranquilidad me dura solo unos segundos cuando veo que el que está en la camilla es mi padre.

O al menos eso parece ser, porque la enfermedad lo ha consumido por completo y no hay rastro del hombre rubio de ojos avellana que fue tan atractivo años atrás.

21.- Enamorarse otra vez © [Libro 1 Bilogía 21 meses]Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt