Capítulo 13 Nada que perder

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Martina

Los últimos días de clase del año se vuelven una completa locura.

Y cuando son los últimos días de clase del último año es todo multiplicado por 3.

Entrega de trabajos finales, pruebas, proyecto de titulación y presentaciones, transforman a los estudiantes de último año, en verdaderos zombis en la universidad.

No he tenido ningún minuto libre en las últimas 3 semanas, para absolutamente nada.

De no ser porque Lucía es mi compañera en el proyecto de titulación, ni siquiera la habría visto a ella, pero al resto de mis amigos, con suerte he podido leer sus mensajes de ánimo. 

Incluso a Axel, quien en algunas ocasiones se pasó por mi departamento a dejarme algo decente de comer porque mi dieta se había transformado básicamente en comida chatarra y bebidas energéticas.

Se lo agradecía de corazón, pero no podía prestarle más atención.

Quizás esa distancia fue justo lo que necesitábamos, porque después de ese beso, las cosas no habían vuelto a la normalidad tan rápidamente como esperábamos y estos días alejados me permitieron ver bien las cosas desde otro punto de vista.

No hay nada de malo en compartir un beso con mi amigo mientras este soltera. Lo importante es no confundir eso con algo más.

Tal como lo hace Axel.

El último día de clases lo único que quiero hacer es llegar a mi casa a dormir, pero el descanso no dura mucho. Al parecer nuestros amigos tenían otros planes y han preparado una pequeña sorpresa en el departamento de Isaac.

Adriana, Lucía y yo, estamos igual de sorprendidas cuando llegamos al departamento de Isaac y nos encontramos con un montón de cosas para consentirnos y celebrar el término de nuestra etapa universitaria.

Estos chicos realmente se han superado.

Cuando ninguna de las 3 ya puede mantenerse en pie de lo cansadas que estamos, Isaac va a dejar a las chicas a sus respectivos hogares, mientras yo me regreso con Axel al departamento.

Vamos en su auto, no ha bebido ni una sola gota de alcohol y eso me tranquiliza porque demuestra que es responsable.

Me voy dando cabezazos de puro cansancio. Solo el cinturón de seguridad me retiene de no irme hacia adelante.

—Hey. Despierta. Ya llegamos — susurra Axel mientras me sacude por el hombro.

Despierto, medio adormilada y me quito el cinturón de seguridad. Axel me ayuda a salir del auto y sin soltar mi mano, me guía hasta los ascensores.

Ni siquiera creo estar despierta aun cuando entramos al ascensor, me recuesto sobre su pecho mientras los ojos se me caen de cansancio.

Siento sus brazos a mi alrededor, y es una sensación tan reconfortante que creo que me duermo durante unos segundos.

—Axel — murmuro en su pecho.

—¿mmmm?

—Eres un encanto.

No dice nada. O no lo escucho, pero siento que sus brazos me presionan un poco más fuerte y me da un beso en la cabeza.

Creo que estar con mucho sueño es similar a estar ebria, así que no recuerdo mucho como llego a mi habitación, solo sé que en cuanto pongo la cabeza en la almohada caigo rendida a los brazos de Morfeo.

•••

El sábado es mi último día de trabajo del año y el domingo viajaré a mi casa pasar algunas semanas con mi familia, así que aprovecho el día en poner orden en el departamento y hacer mi maleta con el tiempo necesario.

21.- Enamorarse otra vez © [Libro 1 Bilogía 21 meses]Where stories live. Discover now