21.- Enamorarse otra vez © [Libro 1 Bilogía 21 meses]

Capítulo 27 Mi color favorito

Martina

Estamos en un local de comida rápida descansando y comiendo, después de que las chicas me llevaran por todas las tiendas que conocen en búsqueda del vestido que utilizaré en el matrimonio de mi hermano.

Le había dicho a Bianca que iría acompañada, pero ahora, a 2 semanas del evento, no me había planteado con quien ir.

Pensé en pedírselo a Aaron, pero al final las cosas no resultaron como esperaba.

No sabía si pedírselo a Axel, estaba recién saliendo con una chica y además la última vez que nos vimos las cosas no había quedado tan bien entre nosotros.

Finalmente, Isaac parecía ser mi carta más segura. Me daba una lástima tenerlo como última opción, porque las últimas semanas se había portado excelente conmigo. Era atractivo, encantador y me la pasaría muy bien con él.

Pero, aun así, con todo lo que había pasado en las últimas semanas, me había olvidado de que la fecha se acercaba a pasos agigantados, hasta que mi hermano me envió un mensaje diciéndome que Bianca lo asesinaría a penas terminara la boda si no le enviaba el nombre de mi acompañante.

Y ahí fue cuando recordé que tenía una boda a la que asistir.

Además de no tener pareja, tampoco tenía vestido ni zapatos, así que mis amigas salieron a mi rescate y nos vimos en la tarde a recorrer tiendas para hacer compras.

Creo que llevábamos más de tres horas recorriendo y aun no encontrábamos el vestido perfecto.

Según sus palabras, no mías.

De ser yo, habría comprado el vestido negro que vi en la 3era tienda que entramos, era hermoso, con detalles en piedra, ideal para mí.

—Estoy agotada. ¿Podemos elegir algo? Creo que hemos recorrido todas las tiendas de la ciudad — me quejo mientras tomo una papa frita y la analizo antes de comérmela — no necesito un vestido espectacular. Ni siquiera tengo pareja, no tengo a nadie a quien impresionar.

—No seas tonta, no necesitas verte espectacular para alguien, debes verte espectacular porque quieres verte espectacular.

—Es la boda de tu hermano — insiste Lucía — eres casi como su dama de honor.

—No exageren — digo metiéndome otra papa en la boca.

—Además, Dan estará ahí... ¿no quieres vengarte de él y mostrarle todo lo que se perdió? — sugiere Lucía.

—No me interesa Dan — respondo aburrida. Pero me impacta la sinceridad con la que lo digo.

—Tiene razón, al diablo con Dan. Esto lo haces por ti.

Después de almorzar, seguimos con nuestro recorrido de tiendas, hasta que al fin veo un vestido maravilloso.

El vestido.

Es un vestido color azul rey, la falda es unos 10 centímetros por sobre la rodilla y tiene una caída circular por lo que tiene mucho movimiento.

El escote es hasta el ombligo que cierra con pequeños broches plateados. Por la espalda tiene cadenas plateadas con brillo que además de utilizarlos como cierre del vestido, se ven como un accesorio perfecto.

Cuando las tres coincidimos que es hermoso, es porque hemos encontrado al fin, el vestido ideal.

Me lo pruebo y se los muestro a las chicas. Ambas me señalan sus dedos hacia arriba en aprobación.

—Axel se infartará cuando la vea — se burla Adriana en un susurro hacia Lucía, pero yo logro escucharla.

—Aún no se lo he preguntado — grito desde el vestidor — quizás su chica no le de permiso.