Día 16: Bedsharing

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Miss U🌟

Por fin llegaba ese esperado día, en el calendario estaba tachado ese fin de semana. No podía negar la emoción que sentía, ya que estuvo así por casi 3 meses, esperando esta fecha. Bajó apresuradamente de su cuarto con su mochila rebosante de cosas, viendo a su madre preparar unos cuantos bocadillos y colocarlos en una canastita.

— Jeonghan, sólo vas a ir por un fin de semana, ¿por qué llevas tantas cosas?

— Porque quiero compensar el tiempo que no estuvimos juntos. — el chico rubio bebía lo más rápido posible su vaso de agua, ansioso vio su reloj de pulsera y eran las 7 de la noche. — Ya me voy mamá.

— Hijo, recuerda no salir tan noche, llamarnos por cualquier cosa y... comunicarte con tu papá.

— Sí mamá. — el menor estaba por salir de su casa pero su mamá me detuvo.

— El castigo fue para ambos, así que a la próxima piénsenle bien antes de hacer cualquier tontería.

— Lo prometo. — dijo dándole un beso en la mejilla a su madre, despidiéndose de ella, corriendo hacia la parada de autobús.

El bus llegó con puntualidad y subió a este, buscando un buen lugar para poder sentarse. En 30 minutos llegaría a la casa de su "mejor amigo", al cual no pudo ver por tantos días. Recordó un poco el porqué del castigo, pero valió la pena, aunque su amigo le preocupaba un poco. Si bien su padre era estricto y lo educó un poco con disciplina militar, no era tan de temerse como el padre de Joshua. Los Hong eran más conservadores pero al ser el Sr. Hong también militar (y amigo de su padre) y sus métodos de corrección eran más... bruscos y extremistas. Afortunadamente, el papá de su amigo había salido a un viaje de negocios, así que aprovecharían para poder verse.

Por fin llegaba a su destino, bajó casi corriendo las escaleras del transporte y continuó su camino hasta aquella casa de dos pisos que tanto frecuentaba. A lo lejos vio como alguien lo estaba esperando. Apresuró tanto el paso, que al llegar junto al otro chico, cayó encima de él, abrazándolo fuertemente.

— ¡Te he extrañado tanto, Shua! — grito mientras frotaba su rostro contra el pecho del castaño.

— Yo también, Han, yo también.

— Shua, Shua, traigo las películas que tanto hemos querido ver juntos, también traigo algunos videojuegos, y también traje mi cámara instantánea y... — los labios del rubio fueron silenciados por el dedo índice del menor, el cual estaba todavía en el piso.

— Tenemos 2 días para disfrutarlo, Hannie.

Ambos se levantaron y entraron a la casa de los Hong. La madre de Joshua los esperaba en el comedor con una pequeña cena.

— Jeonghan, querido, me alegra tanto que nos vengas a visitar. — comentó la sr. Yoon sonriéndole ampliamente.

— ¡Sra. Hong! gracias a usted que me invitó, en verdad me agrada mucho venir aquí, disfrutar de su comida y del cómo me trata usted. Por cierto, mi madre les manda esta canastita llena de bocadillos.

— Ay qué amable tu mami, y de nada Hannie anda, eres bien recibido, vengan a cenar.

Después de una plática amena, ambos chicos recogieron la mesa y se dirigieron al cuarto de Joshua.

— ¡Gracias por la cena! — ambos gritaron antes de cerrar la puerta de la habitación del menor de los Hong.

Ya dentro de esta, ambos chicos se vieron y se abrazaron de nuevo fuertemente.

— Te extrañe mucho Shua, en serio, no podía dejar de contar los días para verte.

— Yo te extrañé más. Entonces, ¿quieres que conecte la consola o el blu-ray para ver los...? — Jeonghan lo abrazó más fuerte y lo tumbó contra la cama.

— Hoy sólo quiero pasar el tiempo contigo, así, abrazados.

— Hannie...

Si bien ambos se decían "mejores amigos" había algo más entre ellos. Desde hace unos años, comenzaron a sentir ese algo por el otro. Y justo hace unos meses, antes del castigo, ambos entendieron que su amistad había pasado a una relación romántica.

— Joshuji... ¿Te hizo algo? — preguntó mirándolo preocupado.

— Nada que no se quite en unos años con tatuajes, en su momento dolió pero...

— ¿Qué? ¿Qué mierda le pasa a ese...? Sé que es tu padre, pero, herir a su hijo... ¿Qué te hizo?

Joshua se puso de pie, levantó un poco la playera y en su espalda estaban unas leves cicatrices, al parecer habían sido causadas por una vara de castigo. El de piel nívea cerró sus ojos fuertemente y bajó con rapidez la playera de su amigo, para volverlo a abrazar de forma cálida.

— Perdóname por haberte causado esto. — musitó Jeonghan acariciando la ancha espalda de Joshua.

— Tú no lo hiciste, fue mi desobediencia, mi rebeldía y mis ganas de ser libre. — dijo secamente el más moreno sentándose de nuevo en la cama con su amigo.

— Es tan estúpido que nos hayan castigado sólo por salirnos a escondidas del coro de la iglesia. — sonrió un poco el rubio tumbándose bocarriba en la cama.

— Y nos fuimos a nadar al lago que está a 1 hr de aquí... Creo que eso fue lo que más les molestó.

— No hicimos nada malo, solo dos chicos divirtiéndose. La iglesia no es un lugar como para divertirse a lo grande. — Jeonghan hizo un puchero mirando al menor.

— A los adultos no les gusta la desobediencia, y también... — Joshua se recostó junto a Jeonghan y puso su frente contra la de él. — No les gusta lo diferente.

— Oh Joshua, mi Joshua. Te prometo que dentro de pocos años, huiremos juntos, no sé a dónde, ni sé cómo le haremos ni qué nos deparará, pero quiero escapar de todo esto, y ser felices juntos. — Jeonghan frotó su fina nariz contra la peculiar nariz de Joshua y este no dejaba de mirarle los labios.

— No te niego que tengo un poco de miedo, pero estando contigo, podría enfrentarme a mil demonios de ser posible.

— Yo quisiera enfrentarme a esos demonios, más a uno en particular... — Jeonghan decía esto refiriéndose al padre del moreno, pero se olvidó un poco de ese tema al ponerle más atención a los labios gruesos de su chico. — Extrañaba estar acostado en esta cama contigo...

— ¿Quieres dormir ya? — preguntó Joshua acercándose más al rostro de Jeonghan.

— Sí, pero primero, quiero algo que extrañé muchísimo más todos estos meses.

Ambos admiraron la belleza del otro, con sus ojos recorrieron las facciones de cada uno, como si trataran de grabarse aquellos detalles de los que se habían enamorado. Lentamente y sin dejar de admirarse, ambos conectaron sus labios, tratando de disfrutar y de recordar el sabor de estos. Después de unos segundos, ambos separaron sus labios y se sonrieron.

— Ya tengo sueño, Joshuji, pero también quiero darte más besitos, y que tú también me consientas con tus besitos.

— Ponte tu pijama, nos metemos a la cama, y si quieres, podemos seguir así por un ratito más.

— Sí, sí quiero...

Y así estuvieron, besándose sin prisas, diciendo con cariño el nombre del otro, acurrucándose hasta caer en los brazos de Morfeo. 

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Hola bandita! Hoy si pude escribir aunque again estaba hiper cansada, pero escribir de mi OTP me relaja y me pone de buenas c':

De nuevo quise meter el prompt del día de hoy poniendo un poco más de historia y no yendome al grano, pero la idea se me ocurrió luego de que me acordara de que mi papá fue militar y well :') tiene un caracter muy feo, lo he sabido manejar (gracias terapia) pero no.me quiero imaginar lo pesado que ha de ser para aquellos que sí tienen un padre muy estricto que llega al grado de dañar y herir a golpazos "por que así se le inculcó disciplina militar" :') ay, mi lado angst resurge (?)

No me cansaré de darles las gracias por leer este flufftober y seguiré echándole ganas para traerles más historias cortitas del Jihan 💕

🌸✨Flufftober✨🌸Where stories live. Discover now