Día 18: hug

116 10 11
                                    

💀Fear⚠️

Las 11:50p.m, una noche algo fría de otoño, dos chicos con una mochila en la espalda, y sólo una lámpara en mano. Sí, esos éramos nosotros dos, aunque mi acompañante no estaba muy feliz que digamos.

— ¿En qué tontería me metiste, Yoon Jeonghan? — gruñó mi amigo favorito, Joshua Hong.

— Fácil, que si podemos pasar una noche completa en esta casa abandonada, nos van a dar 100mil wons a cada uno, y pues ¿No te atrae la idea?

— Nos pueden acusar por allanamiento de morada, ¿no lo pensaste así, verdad? — dijo mientras me miró algo enojado.

— Ehh, no, esta casa está abandonada desde hace 8 años, nadie la ha reclamado y pues dicen que a veces la electricidad sirve por fallas en el sistema, así que ¿qué tal si estamos de suerte hoy? — fui el primero en dar unos pasos hacia la reja que dividía la acera de la casa, volteé a verlo y él respiró hondo.

— Tratemos de salir victoriosos de esto, como siempre lo hemos hecho. — sin pensarlo más, Joshua saltó aquella reja, y yo sólo admiré su agilidad para hacerlo. Parecía un pequeño gatito brincando con elegancia y exactitud. Volteó a verme como si me estuviera retando, sonriendo de lado como acostumbraba. Y esa media luna me volvía loco.

Sí, mi mejor amigo me traía mal, pendejo o idiota, cómo le quieran decir, pero ese chico siempre me sorprendía porque detrás de esa carita de no rompo un plato, había un hombre que podía romper una vajilla completa, retando a sus mayores y sin tenerle miedo a nada, y eso me encantaba.

Pero regresando a nuestra prueba de valor, también salté esa reja, y ya estando juntos, nos adentramos a esa casa. Afortunadamente no olía tan mal, sólo a humedad, polvo y un poco a viejo. Los antiguos dueños al parecer se fueron sin llevarse muchas cosas, todavía estaban algunos sillones, unas sillas y algunas repisas. Me acerqué rápidamente a Joshua y este curioso buscaba un lugar para poner las bolsas para dormir y crear algún tipo de fogata.

— La sala se ve bastante amplia, pero me da inseguridad el piso.

— ¿Le tienes miedo a las ratas? — dije burlándome de mi amigo estadounidense.

— Claro que no, pero me refiero a que si hay un sótano, se puede caer el piso, tarado. — amaba cuando me decía ese tipo de groserías, que si bien no eran tan altisonantes, el hecho de que salieran de esa boquita tan bonita, me daba ternura.

Pisamos el suelo con cautela, y cuando por fin lo sentimos seguro, empezamos a desempacar. Él sacó un fuego envasado con su respectiva parrilita, un pocillo de peltre, tazas y un poco de café soluble y azúcar, también sacó un botiquín y por último una batería portátil. Y yo... yo saqué papitas, refrescos y una cobijita llena de estrellas que brillaban en la oscuridad.

— Jeonghan, ¿Por qué...? — me vio con cara de duda sin entender por qué llevaba tantas botanas.

— Es que digo, debemos de aprovechar, igual no sé si quieras ver una película de terror, guardé una en mi celular, por si gustas. — A Joshua le podían dar miedo los insectos, pero todo lo relacionado con el terror, le encantaba.

— Si quieres, aunque ¿Estás seguro de quererla ver?

— Claro, no soy un gallina.

Ambos nos acomodamos cerca del fuego artificial, acomodé como pude mi celular conectándolo a la batería recargable de Joshua y comenzamos a ver esa película mientras compartíamos botanas y nos tapábamos con mi frazada.

Durante 2 horas brincamos por los efectos de la película, gritamos un poco y también reímos debido a nuestras reacciones, hasta que nos empezaba a ganar el sueño. Apagamos el fuego y nos acomodamos en nuestras bolsas para dormir.

🌸✨Flufftober✨🌸Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt