Día 23: Moving House

101 8 9
                                    

📦To you, to us.🗝

Después de mucho, por fin llegaba el día tan esperado para los dos. Lo habíamos estado planeando por varios meses, apenas antier empezamos con los preparativos, y hoy estamos en camino a lo que alguna vez soñamos.

Manejé por casi 2 horas hasta llegar a nuestro destino. Ambos bajamos emocionados de nuestra camioneta, nos tomamos de la mano y sonreímos.

— ¿Estás listo para un día o dos super pesados? — me dijo la persona que más amaba en este mundo.

— Estoy más que listo.

— Con los fuertes brazos que te cargas, no creo que sea tan difícil cargar las cajas hasta el penthouse.

— Existe el elevador, cariño.

Luego de vivir tanto tiempo en pequeños lugares, sin mucha libertad y con muchos prejuicios, por fin obtuvimos nuestra propia vivienda. Al principio queríamos una casa, pero era demasiado espacio que quizás no supiéramos aprovechar, y entre menos espacio, lo suficiente para que los dos estemos cómodos, era mucho mejor.

Entre ambos subimos 3 cajas llenas de adornos, electrodomésticos pequeños y productos de higiene personal, ya después iríamos por las cajas más pesadas que eran la ropa, algunos cuadros, la vajilla con demás trastos de la alacena y cositas que si bien podrían parecer nimiedades, nos gustaba tener en nuestro espacio.

Al llegar, nos miramos al mismo tiempo y no supimos que hacer, ¿quién sería el primero en abrir la puerta? Era un ritual que acostumbrábamos desde que rentamos un pequeñísimo cuarto cuando escapamos cada uno de nuestras casas, así que este día no sería la excepción.

— Tú, yo abrí la puerta del último departamento.

— Deja de hacer pucheros y abre tú, me gusta el cómo te emocionas con el click de las puertas abriéndose.

— No, ahora te toca a ti.

— Tengo una mejor idea. — bajé las cajas cerca de la puerta y le indiqué que hiciera lo mismo. Miré aquella tarjeta electrónica que sería nuestra llave, mi corazón latió muy fuerte por la emoción, pero quería que él también fuese parte de esto, así que tomé si delgada mano y con la mía, tomamos de dos esquinas la tarjeta antes de deslizarla por la cerradura eléctrica. — Yoon Jeonghan, realmente espero que este lugar sea aquel que tanto hemos soñado, que sea ese lugar que desde hace años soñaste, sin gritos, sin quejas sobre ti o nosotros, sin presiones, ni prejuicios, que sea ese lugar seguro donde llegues después de un día de trabajo extenuante y puedas descansar como siempre has querido. Si bien empezamos con algo pequeño, nunca pudimos experimentar esa paz que hemos estado buscando, y realmente espero aquí lo sea, para ti, para ambos. — él me miró y noté su mirada enternecida la cual estaba llenándose de lágrimas, pero soltando de nuevo una risita, asintió.

— Espero lo mismo, Hong Jisoo, que este sea nuestro hogar, ese lugar donde podemos sentirnos en equilibrio, en donde siga creciendo nuestro amor y cariño, quizás pasaremos por muchas dificultades esperando sean menores que las que ya experimentamos, pero aquí, en nuestro hogar podremos aprender a sobrellevarlas y salir victoriosos siempre.

Al mismo tiempo deslizamos la tarjeta y se abrió la puerta. Era un lugar tan bonito, tan fresco, tan en calma, tan en paz. Lo primero que hizo Jeonghan fue comenzar a llorar mientras yo lo abrazaba. Tratando de consolarlo, le di varios besitos en la coronilla y lo abrazaba fuertemente. Pasaron unos segundos y se alejó de mi, y como niño chiquito, comenzó a explorar todo el lugar. Mientras yo metía las cajas, me deleitaba de su espontaneidad tan infantil que lo caracterizaba, era como un cachorrito llegando a su nuevo hogar. No quise quitarle esa emoción, así que comencé a desempacar yo solo, hasta que él lo notó, me pidió disculpas y me comenzó a ayudar.

Pasamos todo ese día acomodando cosas, arreglando los cuartos a cómo nos gustaba, quitamos algunas cosas que ya estaban en el lugar y colocamos algunas otras que nos hacían sentir en casa, aunque eso significara que yo cargara más cosas.

Al finalizar el día, notamos que teníamos poca comida para estos días, sólo unos bagels y otras cosas que nos sobraron del departamento pasado, pero nada que una ida al supermercado no solucionara, así que como yo fui el que descargó la mayor parte de nuestras pertenencias, hicimos una tregua, que él se levantaría a hacer el desayuno mientras yo me quedaba descansando en la cama.

— Ay, qué flojo me resultó el Sr. Hong. — dijo dejándose caer en la enorme y cómoda cama que teníamos.

— ¿Ah? Tú siempre te aprovechas de que "estoy fortachón" y casi no cargas cosas, así que se me hace una buena forma de pagarme por todo el esfuerzo físico de hoy. — le secundé a acostarme en la cama, pero él aprovecho y rodó hacia mi, atrapándome con sus piernas.

— Me encantan tus músculos y yo soy un flacucho debilucho, ya lo sabes, pero bueno, está bien, yo preparo mañana el desayuno, pero ¿puedes complacerme primero con otra cosa? — Jeonghan presionó su pelvis contra la mía, mientras sonreía y se mordía el labio inferior, ese lenguaje sólo quería decirme una cosa y ya sabía lo que quería.

— ¿Estás seguro? ¿No estás muy cansado? Sinceramente yo sí lo estoy, pero no te miento, yo también quiero hacerlo.

— En ese caso, yo haré todo por ti, ¿Sí? Tú sólo ponte cómodo. — se colocó encima de mí, ambos nos miramos con deseo y lo demás ustedes se lo podrán imaginar. Así era nuestro amor, y ahora podríamos derrocharlo en nuestro lugar favorito, nuestro lugar seguro, nuestro hogar.

~~~~~~~~~~♡~~~~~~~~~~

Buenas! Ahora si puede actualizar temprano! pero es que llegue del trabajo cansada pero no tuve interrupciones en casa, aunado a que este día ya lo tenía planeado desde el día 11, espero lo noten o lo hayan notado 

Lloré un poquito :') y con To You de fondo pues me inspiré más. Gracias por estos 23 días en los que me han seguido día a día, ya merito llegaremos al 31 y mi mente sigue sacando mil ideas, creo que esto me ayudará a poder escribir más y mejor en un futuro.  

🌸✨Flufftober✨🌸Место, где живут истории. Откройте их для себя