Capítulo Uno

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―Lo que me pones con esas cuerdas sobre tu sexo ―ella volvió a la realidad y vio que él la admiraba más que un psicópata ansioso de deseo.
Pasaron tres meses.
Tras la huida de Gales en el helicóptero; Demir y Anne regresaron a Estambul. A un escondite lo suficientemente grande para ambos. Más grande que la mansión Las Cumbres.
El corazón de Anne seguía de luto. Odiaba a Demir por matar al padre de su hijo. Algo que no se lo perdonaría jamás en la vida. Sin embargo, muy en el fondo supo que había ganado a alguien que había sido su protector desde entonces. Y le agradecía a Osman por convertirse en el hombre que a veces le salvaba de ser violada por Demir.
Tras huir de Gales, Demir le hizo la vida imposible a Anne día tras día. Pero esta no dejo de proteger su hijo.
Ella se preguntó si Katherine había enterrado a Kilian y les estaría buscando. Pues sabía que no dejaría a un lado a alguien que lleva su sangre.
Aquella mañana, Demir se levantó furioso y cogió a Anne y la ató. Sus brazos por separado y sus piernas también. Pero la puso de rodillas encima de la cama.
Tras dejarla atada una hora y amordazada, Demir regreso para hacerla suya. Y lo hacía sin cargo de conciencia.
Ambos se miraron a los ojos. Pero Anne no dudo en bajar los ojos al suelo. Ya que tenía miedo.
―Eres una puta obra de arte ―le dijo―. Pero aún hay imperfecciones.
Demir fue hasta el cajón. De ahí, cogió unas pinzas para pezones, un antifaz y la fusta.
Él regresó ante ella cuando cerró el cajón y en segundos vio que ella tenía la mirada baja. Y pensó en lo que le haría para poder desquitarse ese enfado que ya tenía desde primera hora de la mañana. Un enfado provocado por ella por no dejarse tocar como nunca hacía.
Demir dejó todo encima de la cama. A excepción de las pinzas para pezones.
Él volvió a mirarla y observó que Anne tenía miedo. Ya que comenzó a temblar.
―Así me gusta. Que me sigas teniendo miedo.
Demir comenzó a estimular los pezones de Anne y en segundos los pellizco. Haciéndola gemir por el dolor.
Él le puso la primera pinza en el pezón y en segundos, volvió a gemir. Demir en cambio, le puso la otra pinza en el otro cuando lo puso erecto.
En breve, cogió el antifaz y se subió encima de la cama detrás de su espalda. Donde él se lo puso en breve.
Demir bajó de la cama y cogiendo la fusta, comenzó a darle en su sexo. Aunque su tripa lo tapara un poco.
Él le estuvo dando durante cinco minutos con la fusta.
Cuando la apartó en segundos, Demir desató los brazos de Anne y ató sus muñecas atrás en su espalda.
Él la tumbó en la cama y la abrió de piernas. Dejándola completamente a su merced.
Cuando la observó por unos segundos, pensó en que había hecho bien en matar a los que tenía alrededor. Incluso a su enemigo. A Kilian. Que lo había y seguía odiando. Ya que ella no se había olvidado de él.
Él se bajó los pantalones y en cuestión de segundos, le metió su pene en su interior.
Demir comenzó a embestir lentamente la vagina de Anne. En la cual ella comenzó a forcejear como había hecho durante esos tres meses.
Demir comenzó a moverse aún más rápido cuando notó la humillación de Anne. Eso le excitaba más que atarla y hacer con ella lo que quisiera.
Anne gemía mientras intentaba quitarse de encima de Demir. Pero este presionó el cuerpo de ella aún más.
Él se percató que ella no lubricaba, por lo que salió del interior de Anne y Demir la giró. Poniéndola a cuatro patas después.
En breve, metió su pene en el ano y embistió sin descanso.
Cuando Demir llegó al clímax, notó que se desvanecía con ella.
Él consiguió correrse y se desvaneció encima de ella.
Tras respirar profundamente, Demir le desató las manos de Anne y le dijo:
―Dúchate y descansa. Voy a resolver unos asuntos y volver. Y seguramente a por más.
Demir salió del ano de Anne y después se marchó de la habitación.
Anne en cambio, terminó de desatarse y después se acurrucó en la cama. Y no dejó de pensar en su hijo y en Kilian A él lo tenía más presente que nunca.

Él había vuelto a la facultad tras tres meses sin ir. Ya que sabía que Anne corría peligro al lado de su hermano Demir.
Osman paseaba por los pasillos de la facultad tranquilamente. Ya que había quedado con Aysel en la cafetería. Pero no dejaba de pensar en los problemas que tenía.
Al llegar a la cafetería, vio que Aysel sentada en una de las mesas con unos folios en las manos.
Él fue hasta a ella y se sentó a su lado. Donde comenzaron a hablar tendido de hacer planes para esa tarde.
Pero Osman no dejó de pensar en que Anne pasaría todo ese día a solas con su hermano. Algo que no podía permitir más.

Más tarde, él volvió a la habitación y cuando entro, vio que Anne estaba echa un ovillo.
Demir se acercó a ella, pero esta comenzó a arrullarse aún más y después a temblar por el miedo.
Él se sentó en la cama y no le tocó. Solo se quedó en silencio. Pero Demir no aguantó mucho con ello.
―Debería de dejar de tenerme miedo. Como también deberías de acostumbrarte por fin a esta vida que quiero darte.
Pero Anne no le respondió.
―Ponte algo cómodo. He preparado la cena y esta noche estamos solos.
―Prefiero que me mates a estar acostumbrada a una vida como la tuya.
―Pues la Anne malcriada no diría eso.
―Yo no soy esa mujer. Ahora soy otra.
Ambos hicieron una pausa.
―Te espero para cenar. Si no apareces en diez minutos, estaré encantado de castigarte y hacerte de nuevo mia.
Pero ella no le dijo nada.
Demir se levantó de nuevo y se marchó.
Cuando ella dejó de pensar en Kilian y se levantó.
Después, ella salió desnuda de la habitación y fue al comedor.
Ahí, vio a Demir sirviendo la mesa. Por lo que ella se sentó.
En breve, cuando él la miró y vio que no tenía nada puesto encima; se quitó la dejándose semidesnudo y le puso la camisa a Anne para tapar su desnudez.
Cuando Anne terminó de cenar, se fue de nuevo hacia la habitación sin decir nada.
Ahí de nuevo, comenzó a pensar de nuevo en Kilian y en su pasado. Uno que seguía presente y Kilian muy lejano a ella.

Ella estaba cabreada. Como siempre, había estado dando órdenes en la mansión Las Cumbres desde que regresaron hace un mes a la ciudad.
Katherine estaba más estresada que antes. Y todo fue a raíz de los últimos acontecimientos
Ella había estado cocinando junto a Elizabeth. Ya que era tarde y Katherine tenía que seguir con su trabajo.
Ambas comenzaron a hablar de los preparativos de su boda. Que sería en seis meses. Habían esperado demasiado y ahora solo deseaban ser felices por una vez. Aunque las cosas aun continuaban como al principio del secuestro de Anne. Katherine solo quería aquella pesadilla acabe de una vez y que todos estuvieran juntos.
―Tenéis noticias de ella ―escucharon.
―Sí. Después te informó ―dijo Katherine.
―Vale.
Él estaba de pie, porque tuvo una pesadilla. Una que había sido muy real. Pues se repetía una y otra vez como si fuera su círculo del infierno. Uno escogido especialmente para él.
Él fue hasta el balcón, mientras que Katherine y Elizabeth cocinaban y comenzó a pensar en ella. Sin embargo, supo que hacerlo, era como si le clavasen mil espaldas por su espalda. Pues Anne se había convertido en su amuleto desde que averiguo quien era.
Durante su agonía vio a sus familiares. Incluso a Víctor Fermosel. Quien le recordó que tenía una misión y una promesa que cumplir. Por eso, sobrevivió. Aunque todos supieran lo contrario por su seguridad y la seguridad de la mujer que amaba.
Ahora solo le quedaba encontrarse con Anne, para que supiera que Demir no había logrado su objetivo.

Éxtasis Ocultos (Mi Amuleto #4)Where stories live. Discover now