Capítulo Siete

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Ella se levantó al día siguiente y salió a pasear al jardín. Ya que Anne solo sabia pensar en la forma en la que le humillaba Demir.
Habían pasado tres meses desde que Kilian no estaba a su lado y su mente fue como un puñal en su espalda.
Él la vio salir al jardín y pensó que había tenido alguna pesadilla y por eso había salido.
Ella comenzó a pensar, mientras que Osman salía al jardín.
Cuando él llegó ante ella en pocos segundos, se puso cerca y le exclamó:
―¡Has tenido una pesadilla!
Anne se giró y vio a Osman ante ella.
―No. Necesitaba aire para seguir con esta pesadilla.
―¿Que te ha hecho ahora?
―Nada. solo son sus insistencias de siempre. Y desde que Kilian no está, todo es gris para mí.
―Pues para estoy yo aquí. Si necesitas desahogarte, ya sabes que tienes mi hombro.
―¡Tu hombro! Últimamente estas con esa chica como para usar tu hombro para llorar en él.
―Pues...
―¿Qué demonios hacéis aquí los dos? ―escucharon ambos―. Acaso me queréis ver la cara de estúpido o queréis hacerme creer que no estáis juntos.
Osman y Anne se dieron la vuelta y vieron a Demir detrás de ellos. Por lo que ella se asustó un poco al verle.
―Osman ha visto que estoy aquí y nos paramos a hablar de nuestras cosas ―le respondió ella―. Ha sido mi culpa. Necesitaba aire.
―¿Qué es lo que te ha pasado? ―le preguntó Osman a Demir.
―Recibí un rasguño con una bala.
Hizo una pequeña pausa.
―Déjame a solas con ella.
Osman caminó para marcharse y Demir miró a Anne.
―¿Qué quieres, Demir?
―Necesito que te vistas. Quiero presentarte a un socio.
―Pensé que dijiste que no querías meterme en tus asuntos.
―Así es. Pero he cambiado de opinión. Quiero que te unas al negocio.
―Ya sabes que no voy a hacer nada de eso.
―Harás lo que te digo. Ya lo sabes.
―Y yo no lo hare.
Ambos se miraron a los ojos y Anne le dijo con mucha rabia:
―Sigo pensando que Kilian era mucho mejor que tú.
Demir se enfureció y cogió a Anne por la muñeca y la arrastró hasta el sótano. Ya que le comparara con Kilian constantemente, le enfurecía.
Ella forcejeó y Demir del impulso, la cogió en brazos.
―Demir, para.
Él le pegó una palmada en su trasero y esta se quejó.
Cuando llegaron al sótano, Demir la puso encima de una pequeña cama que había.
Ahí, él le puso los dos grilletes por separado en sus muñecas y le dejo atada sin poder tocarse el resto de su cuerpo inmóvil. Pues lo que él quería era que se quedara con las ganas de un orgasmo. Uno que estaba deseando de darle con algunos azotes.
―Esto es absurdo. No puedes atarme cada vez que te comparo con Kilian.
―Si qué puedo hacerlo. Eres mia desde que mate a ese tipo.
―Te odio.
―Ya me lo has dicho muchas veces.
Demir hizo una pausa.
―Te quedaras aquí. Este será tu castigo. Al menos que decida darte otro.
Y él se marchó hacia la salida del sótano.
Cuando Demir salió de la habitación, comenzó a pensar en lo que Walter le informó hace tres meses. Y quería evitar que Anne supiera que Kilian estaba vivo.
En cambio, ella intentaba de quitarse los grilletes para poder salir de la habitación y escapar de él. Ya que sabía lo que podía pasar si Demir decía de ponerle un castigo mucho peor.

Él estaba planeando su encuentro con Anne desde hace días y pensó en que es lo que pasaría para que no se presentase a cenar en ese restaurante el día anterior.
Cuando su informante desde dentro le informo que no iban a presentarse por qué había pasado algo dentro de la casa de Demir, su mundo se caía pensando en que algo le había pasado a Anne.
Él pensaba en la manera de no asustarla y hacer que perdiera al bebe. Pero también pensaba en la manera de entrar por su propio pie en ese lugar, aunque le costara la vida.
Él notó que alguien le tocó el hombro y cuando se giró, vio a Katherine detrás de él.
―Pensando en ella ―le dijo Katherine.
―Si. Aun no entiendo por qué no se presentaron anoche en el restaurante.
―El investigador ha llamado y me ha dicho que Demir sufrió un atentado.
―¿Qué clase de atentado? ¿Anne está bien?
―Ella está bien. Fue Demir quien recibió un roce de una bala en el otro brazo.
―Ya veo.
―No te preocupes. Anne y él bebe estarán bien. Espero que ese hombre no obtenga lo que desea de ella.
―Espero que Anne sepa que estoy vivo.
―Lo sabrá y espero que os encontréis muy pronto, hermano.
―Gracias, Katherine.
Ella se marchó del lado de Kilian y este comenzó de pensar. Fue cuando él pensó en el agente Roblas. Ya que aún no había encontrado la manera de atrapar a Demir. Quizás ese sería el momento adecuado para poder atraparlo y salvar a su mujer de las manos de un ser que no merecía ni un saludo de buenos días.

Un poco más tarde, Anne se relajó después de tanto forcejear y se quedó dormida.
Sobre las seis de la tarde, Demir volvió a entrar en el sótano y la vio dormida. Pero él sabía que eso no le impediría hacer lo que tenía en mente.
Desde que salió de la cárcel, él tenía una fantasía en mente. Y ese sería el día para cumplirla.
Demir llamó a una de las chicas y después, le dio instrucciones a Walter para que cuando llegara al lugar, le hiciera pasar al sótano.
Él fue ante Anne y del cajón, sacó varias cuerdas.
Después, Demir la despertó y ella comenzó a forcejear un poco.
―¿Que...?
―Tranquila, tengo una sorpresa para ti.
Él le quitó la cadena de su mano derecho y le quitó el grillete. Cuando lo dejó a un lado, ató su muñeca muy pegada al barrote de la cama. Hizo con el otro.
―Incorpórate. Quiero que veas todo.
Anne se incorporó como pudo y después de eso, Demir le ató las piernas por separado. Quedándola de rodillas.
Cuando terminó de atarla, fue hasta el cajón y de ahí cogió una mordaza en forma de bola. Fue cuando Anne comenzó a pensar en que es lo que tenía planeado. Pero recordó que le había atado por compararle con Kilian y ella comprendió que aquello era su castigo doble.
Ella comenzó a forcejear para poder evitar que le tocase.
Demir le puso la mordaza. Pero ella se percató que aún no le había quitado la ropa.
Cuando la tuvo atada y sentada para que Anne la mirase, Demir espero para que su sorpresa llegase.
―Hubo algo que me imaginaba cuando estaba en la cárcel ―dijo―. Y será muy divertido hacerla realidad.
Hizo una pequeña pausa.
La puerta del sótano sonó con un golpecito suave y Demir fue a abrirla.
Cuando él vio a Meryem ante sus ojos, le hizo pasar y recordó todo lo que ella hizo por él en sus comienzos con el narcotráfico de drogas.
Él cerró la puerta del sótano y después, Demir comenzó a quitarse la ropa y Meryem solo se limitó a hacer su trabajo.
―Esa fantasía era que me miraras, mientras que obtenía sexo con otra mujer que no eras tu...
Meryem bajó a su entrepierna y en breve, se entró su pene en su boca.
―...como de tanto verlo, te excitabas y con ello te humillabas.
Meryem comenzó a moverse más rápido y él comenzó a mover su cabeza más rápido.
Anne apartó la mirada y no quiso ver más.
―Míranos Anne. Y como no lo hagas, te juro que mato a ese bastardo.
Entonces Anne volvió a poner sus ojos en Demir y Meryem.
Anne quería parar los gemidos que tanto resonaban en el sótano por ellos dos, pero no pudo hacer nada. Solo balbuceo y tembló porque tenía miedo a lo que Demir hiciera después de que poseyera a esa mujer que no la conocía de nada.
Fue cuando él puso encima del pequeño sofá a su lado izquierdo a su compañera de cama en esos momentos a cuatro patas y comenzó a penetrarla. Y cuando vio que ella estuvo a punto de correrse, salió de su interior y le giró. Dónde poniéndose encima de Meryam terminó por correrse al cabo de una hora, quedándola exhausta y a Anne humillada con ver algo que era tan íntimo. Algo que no le gustaba para nada.
Cuando Meryem se marchó al cabo de media hora del sótano, Demir le quitó la mordaza a Anne y después la desató, diciéndole:
―Tócate si quieres. Yo ya he cumplido con darte mi castigo.
En breve, él se marchó del sótano un poco exhausto del orgasmo. Dejando a solas a Anne. Dónde ella comenzó a pensar en el infierno que le estaba haciendo pasar, desde que Demir asesino a Kilian.
Tras salir del sótano, Anne fue corriendo hacia la habitación y ahí le lavó la cara. Quería borrar de su cabeza lo que había visto con sus propios ojos. Algo que sabía que le costaría olvidar.
Demir se fue a sentar al salón, mientras que el calor de la chimenea le hacía pensar con claridad que hacer con lo que Anne hacia para enfurecerle aún más.
De pronto, el sintió el caminar de alguien.
Demir se giró y vio que era Osman quien estaba detrás de él. Mirándole como si él fuera el monstruo que un día le conto que veía en sus pesadillas. Y aquel monstruo era su padre.
―¿Que ocurre Osman?
―Otra vez has vuelto a castigar a Anne.
―Ese es mi problema.
―Cierto. Pero la estas castigando porque ella no te ama a ti y aun le está guardando luto a Kilian.
―¡Cállate!
―No lo hare hermano.
Hicieron una breve pausa.
―Walter tiene razón. Te estas castigando a ti mismo con lo que hiciste con Anne en el pasado. Mas aun la estas castigando a ella por no corresponderte como correspondía a Kilian cuando estaba vivo. Estas enamorado.
Demir sacó su arma y le apunto con ella.
―Hazlo Demir. Pero al fin de cuentas sabes que tengo razón. Estas enamorado de Anne y no puedes hacer nada cambiar eso. Como tampoco los sentimientos que ella siente todavía por Kilian. Una persona que si ha sabido marcharle y darle de nuevo la educación que perdió a tu lado.
Demir bajó el arma y Osman se movió hacia la puerta. Ya que había quedado con Aysel.
En cambio, Demir comenzó a pensar en lo que Osman le había dicho. Supo enseguida que tenía razón. Nada ni nadie podía cambiar los sentimientos de Anne. Pero sobre todos, lo sentimientos que volvió a tener por ella mientras que cumplía su venganza.

Éxtasis Ocultos (Mi Amuleto #4)Where stories live. Discover now