Capítulo VeintiUno

145 13 2
                                    

Paso cuatro meses.
El jardín de la casa de los Fermosel volvió a lucirse hermosa. Ya que Kilian y Anne se casaban justamente al poco tiempo de vencer el año que acordó él con el doctor Fermosel para casarse con su hija. Y Víctor se sentiría muy orgulloso de ello. Como también sus abuelos de ambas partes.
Anne ya estaba lista. Solo le hacía falta el último retoque del maquillaje y del vestido. El cual se lo daría Elizabeth.
En cambio, Kilian estaba demasiado nervioso. Por lo que estaba a punto de hacer. Y Katherine estaba a su lado para justarle la corbata. Sin embargo, ella no le quitó el ojo a su sobrino. El cual estaba dormido y al lado de su niñera.
Kilian se acercó a Osman. Que tenía la libertad gracias a su trabajo con la DEA. Eso no significaba que su condena hubiera terminado.
Cuando él estuvo ante Osman, también saludo a su esposa. Ya que se había casado hace dos semanas por lo civil en la ciudad.
El musico comenzó a tocar la canción que compuso la abuela de Anne para cuando ella se casara y Kilian volvió hacia el altar. Donde estaba el sacerdote.
Ella apareció ante sus invitados y cuando comenzó a caminar al altar se puso muy nerviosa. Fue cuando pellizco sin querer a Elizabeth y después se disculpó.
Cuando ella la entregó en el altar, Elizabeth fue junto a Katherine y se sentó a su lado.
Kilian sonrió a Anne y esta se la devolvió. Ya que se sentía muy feliz.
Después de eso, miraron al sacerdote y ella sintió algo en su cara. Algo que le llenó de paz, por que supo que sus familiares estaban ahí junto con ellos para celebrar ese matrimonio.
―En el nombre del Padre y del hijo y del Espíritu Santo ―dijo el sacerdote mientras que se santiguaba y también todos los hacían―. Amén.
El sacerdote hizo una breve pausa.
―Queridos hermanos, estamos aquí junto al altar, para que Dios garantice con su gracia vuestra voluntad de contraer Matrimonio ante el ministro de la Iglesia y la comunidad cristiana ahora reunida. Cristo bendice copiosamente vuestro amor conyugal, y él, que os consagró un día con el santo Bautismo, os enriquece hoy y os da fuerza con un Sacramento peculiar para que os guardéis mutua y perpetua fidelidad y podáis cumplir las demás obligaciones del Matrimonio. Por tanto, ante esta asamblea, os pregunto sobre vuestra intención.
Y el sacerdote busco algo rápido en la biblia:
―Esposa y Esposo, ¿venís a contraer matrimonio sin ser coaccionados, libre y voluntariamente? ―dijo el sacerdote.
―Sí, venimos libremente.
―¿Estáis decididos a amaros y respetaros mutuamente, siguiendo el modo de vida propia del Matrimonio, durante toda la vida?
―Sí, estamos decididos.
―¿Estáis dispuestos a recibir de Dios responsable y amorosamente los hijos que tengáis, y a educarlos según la ley de Cristo y de su Iglesia?
―Sí, estamos dispuestos.
―Así, pues, ya que queréis contraer santo matrimonio, unid vuestras manos, y manifestad vuestro consentimiento ante Dios y su Iglesia ―dijo después de cerrar el libro donde venia aquellas palabras.
Kilian y Anne unieron su mano derecha.
―Yo Kilian, te quiero a ti Anne como esposa y me entrego a ti, y prometo serte fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y así amarte y respetarte todos los días de mi vida ―dijo Kilian.
Y en pocos segundos, ella dijo:
―Yo Anne, te quiero a ti Kilian como esposo y me entrego a ti, y prometo serte fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y así amarte y respetarte todos los días de mi vida ―dijo Anne finalmente.
Después de eso y aun con sus manos derechas unidas, Kilian dijo mientras que cogía el anillo que le dio su hermana Katherine; unos anillos que les uniría en matrimonio.
―Anne recibe este anillo como signo de mi amor y de mi fidelidad. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
―Kilian recibe este anillo como signo de mi amor y de mi fidelidad. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Después de eso, Elizabeth entregó a Kilian, las arras. Diciendo ambos después:
―Anne recibe también estas arras: son prenda de cuidado que tendré de que no te falte lo necesario para nuestro hogar ―dijo Kilian.
―Yo las recibo en señal del cuidado que tendré de que todo se aproveche en nuestro hogar.
Después de que ambos terminaran de entregarse mutuamente, Kilian y Anne miraron al sacerdote y este les dijo:
―Kilian, ¿quieres recibir a Anne, como esposa, y prometes serle fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y, así, amarla y respetarla todos los días de tu vida?
―Sí, quiero.
―Anne, ¿quieres recibir a Kilian como esposo, y prometes serle fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y, así, amarlo y respetarlo todos los días de tu vida?
―Sí, quiero.
―Por el poder que me concierne la iglesia, yo os declaro marido y mujer. Kilian, puedes besar a tu esposa.
Y Kilian en cuestión de segundos, beso a Anne.

Éxtasis Ocultos (Mi Amuleto #4)Where stories live. Discover now