Capítulo Dos

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A la mañana siguiente, Osman fue a desayunar antes de irse a la facultad. Regresó en plena madrugada, pues sabía que tenía que proteger a alguien.
Cuando llegó al salón, vio a su hermano desayunando y en breve, se sentó en silencio.
―Esperaba que estuvieras con esa mujer.
―Pues ya ves que no. He pasado la noche fuera de aquí y tras cambiar de opinión tres veces, regrese.
Ambos hicieron una breve pausa.
―¿Cómo esta Anne y él bebe?
―Los dos están bien. Mañana sabremos el sexo de ese bastardo.
―Es un milagro que no le pase nada. supongo que Kilian les estará protegiendo.
―Estoy harto de que nombréis a Kilian.
―Sera porque Kilian era mejor hombre que tú.
―Cállate o te...
―¡O qué! Me vas a castigar. Demir ya no somos niños para tener una rabieta. Somos hombres y mamá no hubiera querido este futuro para los dos ―le dijo Osman―. Incluso no le hubiera gustado tu comportamiento con Anne.
―Cállate ―le dijo de nuevo.
―No tengo por qué hacerlo. Que nos hayamos quedado de pequeños con ese monstruo que fue el tercer marido de nuestra madre, no significa que tu maltrates a la mujer que aun amas. La que nunca dejaste de amar.
―Yo no amo a Anne.
―Lo que tu digas. Yo voy a desayunar y me voy a la facultad. He quedado en la biblioteca con Aysel.
Después hubo un silencio. Donde ambos hermanos no hablaron nada más.
Fue cuando Demir notó que las últimas palabras de Osman fueron como una espada clavada en su espalda. Tanto que se levantó de la silla y se marchó en breve.

Ella se despertó cuando sintió la puerta de la habitación abrirse.
Cuando levantó la cabeza de la almohada, vio que Walter había entrado con algunas cosas en las manos. Se extrañó ver bolsas de papel.
―Buenos días, señorita Fermosel ―le dijo.
―Buenos días, Walter.
Ella miro con curiosidad las bolsas y después ella, le preguntó:
―¿Qué es eso?
―Son algunos vestidos que el señor quiere que se ponga.
―Devuélveselas Walter.
―No voy a hacer eso, señorita. No quería provocarle su ira.
Pero ella no le dijo nada.
―El señor me ordeno que estuviera lista para las ocho de la tarde. Quiere sacarle a cenar.
―¿Por qué quiere llevarme fuera después de tres meses?
―No lo se. Pero quizás ha pensado que necesita un poco de aire.
Pero ella no le dijo nada.
―Le dejo señorita. No se olvide de que a las ocho tiene que una cita con el señor. Espero que no le falle.
Pero tampoco le dio respuesta alguna. Solo se limitó a pensar en qué diablos quería Demir para sacarla de su lugar de encierro.

Ella paseaba por la facultad, mientras que esperaba a Osman.
Aysel se había puesto un hermoso vestido y se había maquillado. Pues quería conquistar al hombre que se había convertido en su más fiel amigo. Pero a su vez, el amor de su vida.
Cuando entró en la clase, se percató que Osman ya estaba en su mesa. Por lo que fue a su lado y se sentó
Ellos hablaron. Y esta vez hablaron de hacer planes para las vacaciones de verano. Donde él se la llevaría a una playa a la que fue un día con su madre y Demir.
El profesor entró y dejaron de hablar del tema de las vacaciones.
Ambos atendieron a la clase y se olvidaron de las vacaciones y la playa hasta que terminaran la clase.

Ella fue hasta la habitación de Kilian para llevarle el desayuno.
Cuando Katherine entró en la habitación vio que su hermano estaba mirando a través de la ventana.
Ella puso el desayuno encima de la cama y en breve, fue hasta a él.
―Tranquilo. Le hare saber de alguna forma que estas vivo.
―No me preocupa eso. Me preocupa que ella este bien.
―Tengo un contacto dentro. Dice que la ha visto y dice que está bien. Que su tripa está un poco más crecida.
―¿Ha sabido el sexo del bebe?
―De eso no sé nada.
―Me gustaría que todo esto acabe.
―Pronto acabará. Roblas desde Gales está trabajando en ello y lo detectaron. Solo que no han actuado por seguridad de Anne y del bebe. Pronto lo atraparan.
―No quiero que lo atrapen. Quiero que muera, Katherine.
―Y yo no pienso dejar que manches tus manos de sangre, Kilian. Tengo que cuidarte por la promesa que le hice a nuestros padres.
―Vale.
―¿Y cómo están los asuntos del convenio español? ―le preguntó.
―Bien. Pronto abriremos la fábrica y daremos trabajo. ¿Y las cosas de la mansión?
―Son un estrés cuando te recuperes, quiero que me ayudes.
―Cuando me recupere y recupere a mi mujer, pienso irme a otro lado. No quiero que él bebe crezca aquí.
―Vale, Kilian. Aceptare tus decisiones. Al igual que yo acepte a Anne poco o poco.
―Gracias, Kathi.
―No hay de que. ¿Y has averiguado algo de la herencia de Víctor?
―Sí. Todo está en orden. Todo pasara a las manos de Anne cuando este a mi lado y nos hayamos casado.
―Me alivia saberlo. Al menos en tus manos estará mucho mejor.
Después Katherine se marchó y Kilian fue a probar un poco de bocado. Pero no dejó de pensar en Anne y en él bebe.

A las 19:50 de la noche, Demir entro en la habitación para saber si Walter le había dado su orden a Anne y cuando la vio vestida, vio que si lo había hecho. Al menos lo hizo, porque él conocía su carácter.
Demir se quedó boquiabierto al ver a Anne con un vestido largo pegado al cuerpo de color rojo y blanco. En su pelo había hecho unas hondas y en ellas una trenza que hacia un recorrido. También se había maquillado en tonos brillantes.
―¿Qué es lo que tengo? ―preguntó ella.
―Nada ―respondió―. Estas muy guapa.
―Gracias. Pero jamás me dijiste eso cuando éramos novios.
―No te lo dije porque estaba ciego. Además, nunca te pusiste vestidos cuando estábamos como una pareja.
―Solo estuvimos juntos cinco meses, Demir. Cinco meses que a pesar de que, sí que me puse un vestido, jamás me miraste. Solo me hiciste pasar un infierno.
―En ese caso, tendré que sacarte ahora más a menudo.
―Déjalo, Demir. Ya el pasado no se puedo enmendar. Ni mucho menos regresar a él.
Antes de que Demir se cabrease, le dijo:
―Vamos.
Ambos salieron de la habitación y en minutos del lugar donde la tenía.
Llegaron al cabo de veinte minutos y comenzaron a cenar en breve, cuando le sirvieron la cena.
Ellos no hablaron de nada. Solo hubo silencio por su parte en la cena.
Tras un paseo, escoltados por sus hombres; Demir y Anne regresaron a casa.
Como cada noche, en la que cenaban en casa juntos; Demir fue a su habitación y Anne a la suya.
Donde ella entró en pocos segundos y cerró la puerta con llave.
Cuando se cambió, se acostó en la cama y dejando de pensar; se quedó dormida en pocos segundos.
En su mente apareció Kilian. Donde ella supo enseguida que estaba en un sueño. Uno del cual no quiso despertar porque sabía que era su lugar perfecto para estar y no en un lugar de pesadilla. Una pesadilla que solo la provocaba Demir.

Éxtasis Ocultos (Mi Amuleto #4)जहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें