Capítulo Doce

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A la mañana siguiente, Kilian sirvió café para todos los que estaban metidos en la misión de rescatar a Anne.
Cuando le entregó uno a Roblas, él le dio la orden de que soltara a Demir para también darle uno.
Roblas le hizo caso. Se acercó a él y le quitó las esposas.
Kilian le dio el café y Demir lo cogió.
―Da gracias a que no soy como tu ―le dijo Kilian―. Porque, si no, ya te hubiera matado.
Demir dio un sorbo del café y después dijo:
―Ya lo intenté yo. Pero tienes más vidas que un gato, Riaza.
Ambos no dijeron nada y dudoso, Demir se preguntó algo. Y esa pregunta la soltó en breve.
―¿Qué vería Anne en ti, Riaza?
―Nada. Nosotros dos nos enamoramos cuando éramos niños. Y todo se trucó por el destino hasta que nos volvió a unir.
―Eres un cabrón con suerte, Riaza.
Pero Kilian no dijo nada más y continuó donde café a las personas que tenía en el departamento.

Ella comenzó a despertar y recordó que Elizabeth le hizo olvidar los problemas la noche anterior. Pero a pesar de olvidarlo por unos momentos, volvió a recordar. Y Katherine quería que todo aquello pasase cuanto antes.
Elizabeth se despertó y cuando vio a Katherine pensativa, se dio un beso en los labios que le hizo aterrizar.
Ella comenzó a recorrer el cuerpo de Katherine y esta comenzó de nuevo a olvidar sus pensamientos. Ya que Katherine tenía mucho de lo que pensar.
Ambas hicieron el amor sin pensarlo. Pues ambas se conocían mutuamente y sabían que no tenían que perder su tiempo más. Incluso cuando ambas se unían en cuerpo y mente.

Anne despertó y bajó a desayunar. Donde la pillo por sorpresa Álvaro. Que se tomaba un café mientras miraba las noticias por su teléfono móvil.
Este se marchó en pocos minutos y dejó a solas Anne.
Cuando ella terminó de desayunar, salió al jardín para tomar un poco tomar un poco de aire fresco.
Al saber que la casa estaba bien rodeada, no se quiso arriesgar mucho.
Ahí, comenzó a pensar en Kilian y en que estaba vivo. Algo que le alegraba más de lo que pensó.
Anne se quedó pensativa, mientras el aire mecía su pelo.

Osman apareció por la mansión Las Cumbres para dar la cara y estar junto a Demir en el rescate de Anne.
Cuando entró en el departamento, Kilian se quedó sin palabras y se enfureció al verlo ahí parado. Por lo que se acercó a él por que conocía sus intenciones con Anne y le agarró por el cuello. Donde Roblas intervino enseguida.
―¿Qué coño haces aquí? ―le preguntó él.
―He venido a ayudar a Anne y también a mi hermano mayor ―respondió.
―¡Tu hermano!
―Yo soy su hermano ―dijo Demir.
―¿Qué este tipo es tu hermano?
―Así es ―respondió Osman―. Hermanos de diferente padre.
―Nunca pensé que nos mentirías a todos.
―Pues ya ves que lo hice. Ahora, que sabéis quien soy, quiero ayudar.
Pero Kilian no dijo nada. Solo soltó a Osman y se apartó para no empeorar las cosas.
Él en cambio, se unió junto a Demir y estuvieron hablando de lo que harían para rescatar a Anne.

Un poco más tarde, ella estaba sentado junto a la ventana mientras que leía un libro que había encima del tocador.
La puerta de la habitación se abrió y cuando ella miró hacia a ella, vio que Álvaro había entrado en ella. Pero volvió a ignorarle.
―Siento haberte interrumpido.
―No te preocupes. Me he leído este libro un par de veces.
Hizo una pausa.
―Pensé que iras al salón a cenar ―le dijo él.
―No tenía hambre.
―Pues tienes a alguien a quien alimentar.
―Lo hare más tarde.
―Como quieras. Fátima está a tu disposición.
―¿Por qué tanta amabilidad, señor Espinoza? Y no diga que es porque soy su invitada.
―Yo soy un hombre que no maltrata a las mujeres a pesar que quiera narco traficar con ellas. Mi madre me enseñó a ello de pequeño.
―Yo veo.
―Ya sabes, señorita Fermosel. Fátima está a su disposición.
―Gracias.
Álvaro se marchó de nuevo.
En cambio, Anne comenzó a leer de nuevo el libro que tenía en las manos. Hasta que el cansancio pudo con ella y fue a la cama para poder descansar.

Éxtasis Ocultos (Mi Amuleto #4)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora