Sinopsis

26 1 0
                                    

Otra vez me quedaba sola en casa, mamá no llegaría hasta dentro de una semana. Para algunos parecería lo mejor del mundo, ya que puedes hacer fiestas, traer a tu novio y tener sexo o simplemente no tener a nadie quien tengas que rendirles cuentas. Pues este no es mi caso.

Al quedar huérfana de padre a los 14, mamá siempre trato de mantener la vida que papá nos daba a todos sus hijos. Tengo otros cuatro medios hermanos, con los cuales en ocasiones me llevo bien y otras veces mal. Pero con su madre era diferente, con ella me llevaba bien a pesar de no ser mi madre, sé que suena raro, pero es así o bueno lo era o tal vez eso creí.

Papá murió al contraer neumonía en el hospital, mis hermanos peleaban por ver quien se quedaba, ya que ninguno quería (bueno no todos, ya que uno vivía en otra ciudad), yo quería quedarme con él en el hospital, pero mi madre siempre me lo prohibió. Al mes murió y yo me quede muy sola y triste por su partida, aún recuerdo con dolor cuando me llevaron a despedirme de él, mi hermana mayor, Miriam me dijo que sería la última vez que lo vería que mejor me despidiera, pero dentro de mí algo me decía que no era así, que él volvería a casa, pasaría por mí a la escuela y seriamos felices. Pero no lo fue.

En el velorio no pare de llorar, mis sobrinos (hijos de mis hermanos) eran muy chicos así que todo el tiempo se la pasaron durmiendo. Mamá y yo en ocasiones salíamos a comer, Julieta madre de mis hermanos no se acercó a mí en ningún momento, de hecho, desde que papá estaba en el hospital casi no hablábamos, me sentía mal, ya que siempre nos habíamos llevado bien.

Al poco tiempo de la muerte de papá entendería todo, él me dejo todo lo que tenía sin contar a su ex y actual esposa, sin contar a sus primeros hijos y sus nietos. Solo a su hija la más chica y de su segundo matrimonio. Para todos fui y una oportunista y ratera, nunca lo comentaron directamente, pero lo pude ver en sus ojos, ellos no me querían, lo sabía. Mamá decidió como la encargada de mí, que lo juntaría hasta que fuera más grande y decidiera.

En ocasiones seguía manteniendo contacto con Julieta, Miriam y José eran los hijos que vivían con ella y cada que podían me reclamaban que lo la visitara y más que cuidara cuando enfermaba. Mi madre decía que no era mi responsabilidad, pero yo sentía que sí; ella había cuidado de mí cuando era niña, ya que mis padres trabajaban y si, sé que parece raro que la ex y la esposa de mi padre se llevaran bien, pero digamos que habían terminado sin rencores y bien (ahora creó que solo por parte de mi papá fue así).

La vida seguía y la relación con mis hermanos no mejoraba y era peor con Miriam, ella digamos que no es muy cuerda, recuerdo que mamá dijo que en algún tiempo se secuestró ella sola por un hombre el cual era casado, que se peleó por un hombre con unas vecinas y que llegó hasta hacer brujería. Sí que no estaba bien, pero cuando era niña me llevaba mejor con ella, bueno hasta que me enteré de que decía que yo era su hija e incluso me registro como si lo fuera, sí que estaba mal y lo peor es que nadie le ponía un alto.

Con mi hermano Roberto (se llama igual que papá) es un poco mejor la relación, tiene hijos casi de mi edad, así que cuando venían a la ciudad la pasábamos bien. Si bien mi hermano era un mujeriego no era malo y creo que si me quiere.

José, bueno creo que es de los peores. Es el típico que se siente Ken y no llega a Rana René, se cree que tiene mucho dinero y se siente superior, pero a decir verdad no lo es, Julieta paga todo en casa y él con lo que gana le alcanza para comparar ropa y cosas, aunque es muy codo (recuerdo que papá le hacía burla, ya que decía que todo era de rebaja). Está acostumbrado a sentirse más y aunque crítica no se da cuenta de lo que es él.

Tatiana, bueno ella era buena, hasta que se casó con un hombre igual o peor que José, ahora se siente más, trata siempre de humillarnos y hacernos menos, en ocasiones lleva a sus hijos y los presume como si fueran lo mejor (papá no los quería y hasta les hacía maldades). Ella cambió por un hombre.

Si bien mis hermanos son una mierda, era feliz, ya que en vacaciones de invierno nos juntábamos y jugaba con mis sobrinos, eran buenos tiempos. Aunque eso me sirvió para entender que no siempre las personas que llevan tu sangre son tu familia.

Podo después de que muriera papá entre a la preparatoria, mi sueño era ser maestra como Tatiana, ahí conocí a las personas de mi vida, ya que no solo existe el amor de tu vida. Mis amigos lo son todo para mí. Axel y Fabiola se convirtieron en mis cómplices en todo y cuando digo todo es todo, realmente no sé qué haría sin ellos y aunque nuestra vida tomo caminos diferentes sé que siempre estarán para mí.

Como verán mi vida es muy común o al menos fue lo que creí...

El Dilema de VictoriaWhere stories live. Discover now