Capítulo 12

6 1 2
                                    

Justo apagaron las luces y una chica empezaba a dar una presentación. Seguía confirmando que era todo igual a mi sueño; las decoraciones de papel maché y calaverita, las luces, además de la compañía de mi amigo. Estaba nerviosa, sentía que me sudaban las manos. No sabía si Carlos aparecería ahora o no.

Empezaba arrepentirme de estar sentada en primera fila, debí ser más discreta e irme hasta atrás. ¿Qué estoy diciendo?, nada de eso. Quería que Carlos supiera que yo estoy aquí, aunque no me invito.

No tiene ninguna obligación de invitarte.

Nah, quiero que sepa que estoy aquí y punto final.

La presentadora anunciaba a Carlos, mire a Axel el cual parecía disfrutar el momento y hasta cierto punto esto confirmaba nuestra teoría de que aquel hombre del puesto del jugo era Carlos. Genial, tuve la oportunidad de verle la cara y la perdí por culpa de Andrés — el cual está sentado atrás de mí —, esto no volvería a pasarme. Tengo que estar más alerta y no descuidarme.

Carlos entraba, seguía con sus luces neón, habían variado un poco el diseño. Giro su cabeza a donde estaba, logro verme, ya que pusieron unas pequeñas luces para iluminar al público. No dejo de mirarme hasta que la presentadora le hablo.

— Carlos — lo tomo de la mano —, estás sudando ¿todo bien?

Oh vaya. Parece que cause nervios en el talentoso Carlos. Quería reírme en ese momento, aunque desafortunadamente tendría que aguantarme la risa, no quería que pensaran que estaba loca.

Lo estas.

Su entrevista transcurría de lo más normal, trate de evitarlo. Seguía nerviosa y no entendía por qué. La voz de Carlos sonaba ya más tranquila y se desenvolvía bien, creo que eso de los nervios fue momentáneo.

Terminaba la entrevista, Axel se había ido a uno de los estantes que estaba en el lugar. Menciono que le había gustado algún chico y quería acercarse. Quería recorrer todo el sitio, había mucha información de distintos géneros musicales y empezaba a leer una por una.

Daba gracias de haber perdido a Andrés, no se despegaba de mí. Me agradaba mucho, aunque su seriedad me daba miedo. Era un poco curioso, ya que Rogelio era igual, sin embargo, él si me gustaba.

Continuaba con mi recorrido, me habían regalado folletos y algunos pequeños recuerdos. Todo lo había metido en mi mochila. Pacería ir de maravilla hasta que me acerque a un muro con una puerta negra. Solo el staff podía entrar. Hasta que alguien la abrió y sentí que unas manos me tomaban por la espalda y me metían a la parte del staff.

— Me imaginaba que vendrías.

Era Carlos el que me había metido a este pequeño cuarto, todo estaba oscuro y únicamente pude saber que era Carlos por su voz. Me dejo en el suelo y como pude me pegué en una pared.

— ¡¿Qué te pasa?! — grité.

— Baja la voz, que esto fue tu culpa. No deberías de venir si no te dije yo, eso no está bien Victoria. — Sentía como se iba acercando a mí —. No me gusta que me descontroles y hagas lo que tú digas.

— Hasta donde yo sé, no tengo que darte explicaciones.

Sentía nervios, mucho más que antes. Pero tenía que demostrar valentía, ser introvertida nunca me había ayudado y este era el momento de demostrarlo.

— Oh, lo quieres de esta manera. Perfecto.

Sentía que se acercaba más a mí, tocaba mi muslo y pasaba por debajo del overol. Pude sentir sus latidos, ya que pego su pecho al mío. Puse su boca encima de la mía, creo que quería que la abriera para poder besarme. Sin dudarlo, abrí mi boca y empezó el beso. No podía considerar que esto estaba pasando. No tenía tiempo para pensar porque ahora ponía su otra mano en mi cabello y de esta manera me juntaba más a él. Nos acomodamos de manera que yo quedaba acostada, el piso estaba frío. Fue en ese momento que se despegó de mí unos segundos, no supe que hice hasta que sentí ahora su pecho sin ropa.

El Dilema de VictoriaWhere stories live. Discover now