Capítulo 38: "El Rey Dunny"

1.4K 231 10
                                    

Stark había terminado de trabajar

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Stark había terminado de trabajar.
Todos los protocolos para el recibimiento de la reina eran su responsabilidad directa, al igual que el cuidado del castillo.

Calanthe había enviado una carta hace ya un mes, donde le anunciaba a Stark que había encontrado a un "apuesto hechicero" que había estado peleando junto a ella en la primera enfrentación contra Nilfgaard, y victoriosos, se dirigían de vuelta al castillo.

Pero Stark tenía otras cosas por las que preocuparse.

La primera era que Emhyr, había elegido de manera particular a casi veinte guardias que no harían caso a nadie más que a él.

Stark caminaba apresuradamente hacia los aposentos de Pavetta como habituaba cada día después de trabajar, ayudándola con el cuidado de su amada primogénita.

Pero apenas se acercó al pasillo, dos de aquellos guardias la interceptaron.

-Lo lamento, capitana, el rey Emhyr ordenó que su paso está prohibido a este pasillo desde hoy-

-¿El rey Emhyr?- preguntó Stark bajando sus cejas con notable molestia.
-La única autoridad real de este castillo es la reina Calanthe, no el novio de la princesa, ahora, muévanse-

-No lo haremos, son órdenes del rey-

Stark quiso pulverizarlos en ese momento, así que se giró rápidamente y caminó lo más apresurada hacia unas escaleras de caracol, que la llevaron a la sala de reuniones.

Una vez ahí, tomó las manijas y empujó las puertas con fuerza, abriendo ambas precipitadamente.

"Dunny" estaba ahí mismo, como siempre, leyendo ese maldito libro enorme.

-Con que "Rey Emhyr"- habló sin miedo.
-La reina te dio a la tarea de administrar el reino, no de regirlo-

-Me parece que finalmente perdiste la cordura, no esperaba menos de una mujer en el ejército- respondió el contrario, sin siquiera mirarla.

-Me parece que finalmente perdiste la cordura, no esperaba menos de una mujer en el ejército- respondió el contrario, sin siquiera mirarla

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-¿Por qué ordenaste a esos guardias que me prohibieran el paso?-

-Oh, no es el único lugar al que no podrás ir desde ahora- la mira por fin con una expresión altanera.
-No irás a ningúna sala donde esté Pavetta y mi hija, nisiquiera tendrás derecho de compartir un simple pasillo con ellas-

The Witcher | La guerreraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora