Capítulo 16: Jaskier

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Volver antes del anochecer fue una locura.

Al salir del bosque notaron que Sardinilla brillaba por su ausencia.

Stark había localizado un par de huellas hasta una cabaña, pero no había ni rastro de la yegua.

-¡Sardinilla, ¿como carajos llegaste hasta allá?- gritó Geralt.

Stark miró al brujo sin entender nada hasta que alzó su mirada y encontró a la susodicha sobre la tejada de una casa vacía.

Bajarla de ahí no ayudó a resolver el misterio de ¿cómo había subido un caballo a la tejada de una casa?.

Stark dirigió pequeñas rafajas expansivas de luz que hacían que Sardinilla retrocediera, y al llegar al límite la yegua solo bajó sin más.

Lenta pero segura, aterrizó cual gato de una tonelada.

Stark la acarició
-¡Que lista!-

Geralt rodó los ojos
-Claro que es lista-
Tomó la rienda y caminó hacia su compañera para ayudarla a subir.

Llegaron al campamento para comer algo pequeño y pasar la noche.

Esa mañana, una vez más, Stark no estaba en su sitio.

A Geralt le sorprendía que ni Sardinilla ni Stark pudieran quedarse donde él las dejaba.

Caminó al río y abrió su botella para llenarla de agua.

-¡Fuera, pervertido!- gritó Stark sacando la cabeza del río.

Geralt cayó hacia atrás, sorprendido y salpicado.

Stark entró de nuevo para salir por otro lado, en donde un par de árboles impedían la vista de su cuerpo desnudo.

Geralt secó su cara y se puso de pie.

La guerrera salió, vestida una vez más.
El agua comenzó a evaporarse de su cabello debido a una acumulación conciente de calor solar en él, hasta quedar completamente seco.

Estuvieron frente a frente y Stark entregó seis sardinas a Geralt.

Este alzó las cejas.
-Gracias-

Una voz agena se escuchó. Parecía ser una canción.

Stark sintió curiosidad por ir, pero el brujo la jaló y la subió a su yegua.

-¿Que pasa?, parece que huyes- habló la guerrera.

Geralt dirigió a Sardinilla.
-No huyo-.

Stark lo miró con estupor
-¿Le debes dinero, o algo así?-

Geralt gruñó
-No pudiste poner peor ejemplo- avanzó.
-Además, ¿de quien huiría yo?-

-¡Geralt!- la voz masculina de cierto bardo castaño, sonó alegre justo al frente.

El brujo frenó a su yegua tan repentinamente, que Stark estrelló su cara con la espalda del brujo, ella soltó un jadeo de dolor mientras se tomaba la nariz.

-Hola, Jaskier- contestó

Jaskier se asomó para ver a la pelinegra.
-¿Stark, qué haces en el caballo de mi amigo? A mi no me deja subir-

Stark soltó su nariz con dolor
-Que tal Jaskier, Geralt y yo huíamos de un cobrador de impuestos imaginario... o de ti- miró acusatoriamente a Geralt.

-¿De mi?- Jaskier rió -No lo creo-

Stark bajó del caballo y le quitó las sardinas a Geralt.
-Iré a hacer la fogata-

Cuando estuvieron solos, Geralt bajó y encaró al bardo.

-Veo que te sientes vigorizado y gustoso de volver a ver a un amigo, ¿no es así?-

Geralt lo miró sin decir palabra alguna.

Jaskier sonrió
-Y no estuviste perdiendo el tiempo, ¿cómo te va con tu regalo del derecho de la sorpresa?-

-¿A ti como te va con la mujer que habías estado acosando en el banquete de Cintra?-

Jaskier siguió a Geralt
-De maravilla, aunque por su puesto no puedo darte detalles, el deseo musical me ha llamado a encontrarte, siendo mi fuente de instiración más confiable-

-¿Estaba casada?-

-Sí-

Pararon de vuelta al campamento, en donde Stark comía tranquilamente sin ser molestada.
Ambos hombres se le unieron para compartir comida, siendo Jaskier quien robó una de las sardinas de Geralt.

-Jaskier, no sé si sería buena idea que nos acompañaras- habló la pelinegra.

Jaskier frunció el ceño.
-Ah, jaja, es que no sé si sabías pero Geralt es un cazador de monstruos feroz y yo su fiel mejor amigo, quien canta bellas canciones y expande su fama por todo el continente- narró con dramatismo

Stark sonrió
-¿De verdad?-

-No-

-Sí- sonrió el bardo -Y en la aventura en la que estén metidos, yo les haré compañía-

Stark subió los hombros.
-Esperaremos al atardecer, es más probable encontrar a Josef en su transformación-
Se puso de pie y caminó para alejarse de ellos y aprovechar el sol mejor.

Se alejó un poco de los árboles hasta donde el sol daba directamente.

Cerró sus ojos y alzó sus manos para materializar su arco una vez más.

Lo miró con detalle: su base era de madera oscura tallada en su peculiar forma única, pero en cada extremo había metal plateado, moldeado en forma de enredaderas al rededor de las puntas hasta fucionarse con el hilo.

Este era grueso, bordado en espiral. De un material muy fuerte cuyo nombre no conocía.

Tensado de modo que a simple concacto nisiquiera se movía un poco.

El sonido del río corriendo aún era cercano, y para Stark resultaba muy relajante.

Una vez más, en su mense se asomó un destello de memoria:

Era ella, pero de estatura muy menor. Portaba un vestido rosa muy simple, y aquella extraña corona de cristales.

Sus mejillas eran rosadas, sus ojos eran alegres e inocentes.

La niña sostenía un pico el cual embestía para dividír un gran tronco en el suelo.

Jadeaba por aquel esfuerzo, hasta conseguir su objetivo.

Una vez que consiguió un gran y grueso trozo de madera, lo cargó olvidando aquel pico en el suelo.

A paso lento debido al peso de la madera, avanzó hacia una mujer diferente.

Esta era más vieja.
No portaba un vestido, si no un uniforme.

Aquella mujer puso a la niña a moldear, lijar y teñir la madera.

Era ese mismo arco sin finalizar. Hacía sentir a la niña muy orgullosa.

Stark salió de su mente al escuchar pasos tras ella.
Supo quien era, no hacía falta ni siquiera mirarle.

-¿Por qué te dicen "de Nowhere"?- preguntó Geralt.

Stark miró su arco
-Mi mente está rota- comenzó a hablar -Hay recuerdos que no reconozco como míos, sin embargo... creo que lo son-

Geralt se aproximó a ella y se quedó a solo unos pasos.

-No sé lo que me llevó a quedar en la nada, ni tampoco sé desde cuándo- miró al sol directamente -Dejé de buscar respuestas, tengo al sol y un arco... y es todo lo que se de mi misma-

Alzó su mano para usar energía pura y este se iluminara hasta liberar esa escencia y destellos deslumbrantes y obedientes.

Geralt sacó una botella de cristal y tomó el hombro de la chica para conseguir que la mirara.

-A veces es todo lo que necesitamos saber-

Ella consideró sus palabras y Geralt acercó la botella, Stark acercó su mano para enfrascar aquella luz en esta hasta sellarla con la tapa.

-Durante la noche, tendrás luz-

Stark lo miró y sonrió ligeramente.

The Witcher | La guerreraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora