The Witcher | La guerrera

Capítulo 20: Mi guerrera

Aquel misterioso hombre encapuchado seguía el rastro como si pudiera sentirlo.
Dotado de un sexto sentido, cabalgando sobre aquel furioso corsel negro avanzaba acercándose cada vez más a su objetivo.
En mente, maquinaba todo tipo de respuestas, seguro de que 'aquella guerrera' que buscaba estaba privada de su memoria.

[¿Cuál era su secreto, y por qué la buscaba tan apresuradamente?]

Por medio de fragmentos, Stark tal vez un día obtenga la respuesta, pero la misión es larga y lenta. Ahora, el hombre estaba cerca y dispuesto a revelar sus intenciones.

***

El sol comenzó a ocultarse.
La terrible persecución contra el tiempo y la gravedad había consumido su día y el camino que habían seguido ya no existía.

Ahora tenían un gran retraso para llegar a la siguiente villa, así que no tuvieron otra alternativa mas que prepararse ahí mismo para pasar la noche.

Sin comida, la mejor opción era dormir antes de que el sol terminara de ocultarse.

Jaskier se recargó en una roca y suspiró
-¿Por dónde iremos ahora?-

Geralt miró hacia el norte
-Bajaremos del risco por ahí- señaló el paisaje que transicionaba de rocas altas a un cerro más verde.
-Y rodearemos el derrumbe hacia la villa-

-Supongo que es el camino largo- habló Stark

-Habrá sol de sobra para ti- señala Jaskier.

Stark se quitó la capa. Esta estaba sucia y rota, inservible.
Geralt se acercó y tomó sus hombros
-¿Estás bien?-

Stark se giró y asintió
-Yo soy la que se cura de inmediato, ¿tú como estás?-

Geralt alzó los hombros, indicando que nisiquiera el mismo había hecho incapie en el dolor que sentía.

-Casi morimos, y yo también me curo rápido de hecho, aunque no ta veloz como tú-

Stark negó
-Estamos vivos gracias a ti- se acercó y lo hizo mirarlo.
Pudo ver diversos cortes en su rostro, en su mejilla, sobre su ceja y en el tabique de la nariz.
Geralt poseía una curación acelerada, pero no instantánea como la que el sol le daba a Stark.

Ella iluminó su dedo índice y pasó aquella luz por sobre cada corte en el rostro del peliblanco.

Geralt sintió una sensación de alivio que era nueva para él. El dolor desapareció y las heridas se cerraron.

La miró a los ojos
-No sabía que podías hacer eso-

Stark giró su cara a otro lado con expresión confundida
-Yo tampoco- observó sus manos y luego al sol
-Tuve la idea de pronto-

Geralt sonrió, para jalar su brazo y envolverla en sus brazos.
-Ten ideas como esas más seguido, tal vez no tengas que recordar nada al final-

Stark frunció el ceño
-Ni siquiera sé todavía si quiero recordar, ¿acaso tengo opción?-

Geralt se apartó unos centímetros para mirarla a los ojos.
-¿Cómo podríamos saberlo? Tu naturaleza es un misterio para ambos-

Stark se quedó pensando unos segundos.
Geralt alzó su barbilla con un dedo y se acercó a sus labios lentamente.

De pronto Sardinilla relinchó y trotó hasta donde ellos.
Él la acarició
-¿Qué sucede?-

De pronto, varios terriks asendieron hasta su posición.

-Las cuevas fueron destruidas, ahora no tienen a dónde ir de noche- habla Stark materializando su arco. Pero el sol abandonó la tierra bajo el horizonte con el atardecer y el arco desapareció de inmediato. Ahora solo la luna los iluminaba.