Capítulo 47: Con tal de permanecer

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Stark envolvía a la princesa Cirilla en sus cobijas

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Stark envolvía a la princesa Cirilla en sus cobijas. Hacía solo un momento que había intentado bañarla en una cubeta sin ahogarla. Le fue difícil pero no imposible, y todo el movimiento hiperactivo de la bebé mientras salpicaba agua por todos lados finalmente agotó sus energías para el anochecer.

Stark se encargó de que tomara su leche y solita se quedó dormida.
Ella respingó cuando puso a Cirilla en medio de su cama y acomodaba las almohadas a sus lados para que en caso de rodar no cayera al suelo.
Estaba aliviada que no haber fracasado en su primer día, pero tampoco es que adorara la idea de cuidar a una bebé, no era algo en lo que ella era una experta.
Mousesack le había explicado al verla que la razón por la cual no la encargaban a alguna sirvienta de confianza era la misma razón por la que Calanthe no confiaba en Emhyr, sabía que tenía guardias de su lado, no sería tonto pensar que tenía sirvientes también, Stark era la única en la que Calanthe confiaba, y Pavetta lo hacía también.

La miró unos segundos, preguntándose por dentro si la ternura que sentía en el pecho era producto de su propia mente o solo una ilusión creada por la magia del derecho de la sorpresa.
Sea como sea, acarició su cabecita antes de levantarse de nuevo y quitarse la pechera y las botas para quedarse solo con su playera negra y falda larga.
Se sentó de nuevo frente a su buró con las cuatro velas de su candelabro iluminando y abrió su cajón para volver a sacar los ingredientes necesarios.

De inmediato se encontró con un grave problema.
¿Qué diablos era un bezoar?, ¿cómo diferenciaba los tubos de cristal con las esferas?, ¿para qué servía cada uno?.
Miró una piedra negra y viscosa con mal olor y la alejó de ella, miró el mortero, los pétalos de rosa y otras cosas.

《Ok, hay cosas que no conozco, pero hay cosas que sí》 se dice ella misma.
《Solo tengo que empezar usando las cosas que conozco primero y las demás las iré descartando, las dejaré para el final》

Leyó toda la receta y en algún punto decía "moler una pimienta roja en el mortero".
Así que lo hizo, y luego dejó el polvo a un lado.

"Moler siete pétalos de rosa secos en el mortero"
Y también lo hizo, poniendo el polvo restante en otra esquina de la mesa.
De pronto el corazón casi se le sale del pecho cuando la puerta detrás de ella se abrió, obligando a Stark a tirar ambos polvos al suelo y cubrir con su cuerpo sus utensilios mientras miraba detrás de ella.

Geralt alzó las cejas al ver la reacción de Stark por lo que se quedó congelado con las manos aún en la puerta.
Entonces Stark suspiró aliviada.

–Geralt... joder que susto– susurró llevándose las manos al pecho.

Geralt la miró confundido.
–Si hubiera luz del sol me habrías calcinado– soltó con su voz profunda y tranquila. Luego cerró la puerta tras de sí.
–¿Qué estás haciendo para que reaccionaras así?, es obvio que es algo que no quieres que nadie más sepa– la miró cruzándose de brazos y recargándose en la puerta. –¿Eso me incluye a mi?– preguntó ladeando la cabeza dejando que su pelo caiga hacia ese lado.

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⏰ Última actualización: Sep 22, 2023 ⏰

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