Capítulo 9: Castillos y princesas

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Pavetta miró furiosa a su madre y ella se acercó para encararla.

–Terminará pronto... ¿Crees que quería casarme con tu padre?–

Por detrás Stark prosiguió a rodear la mesa y sentarse junto a Pavetta, pero una mujer vieja, aquella que recordaba no le había dado ni una manzana le gritó.

–¡Inútil, sírvele un plato a la reina!– ordenó. Stark bufó molesta y fue a servirle.

Pavetta mientras tanto escuchaba a su madre.

–Tus lágrimas no funcionan aquí, eres la hija de la leona, ¡compórtate como tal!– pidió en voz baja.

–Stark me ha entrenado más que bien, se cazar, defenderme y atacar, puedo aniquilar a quién sea–
Stark escuchó desde atrás mientras decidía si poner pollo o cerdo en el plato de la reina... así que puso ambas.

–Puedo decapitar elfos y colgar sus cabezas como lección a aquellos que quieran desafiarme– añadió Pavetta.

–No permitiré que tu histeria arruine esta noche– retó la leona empezando a perder la paciencia.

Stark echó una uva, una fresa y una de cada fruta y verdura que se encontró en la mesa de comida al no tener ni idea de cómo se le sirve a una reina.

–¿Qué estás haciendo, inútil?– le regañó la cocinera.
Parecía muy valiente para que midiendo 1.55m regañara a la guerrera de 1.70m.
–¡Muévete yo lo hago!–. Stark se apartó un segundo, pero antes, con rapidez robó una uva y se hecho a correr del manotazo de la cocinera.

–¡Inútil!–

Stark se quedó cerca de la reina para que no pudiera hacer nada y comió su uva por fin.
Una mísera uva roja.

Geralt volvió a encontrar a la guerrera y la miró correr de la cocinera con su delito frutal en mano. Aquello le dio gracia, pues cualquier guerrera bruta hubiera golpeado a la cocinera, pero ella había decidido no utilizar la fuerza todo el tiempo, lo que demostraba que existía bondad y humildad, escondido y disfrazado entre toda esa letalidad.

La reina continuó hablando:
–Ese "patán sin modales" es la clave para que Cintra mantenga el poder luego de que yo muera.
Pavetta la miró molesta pero la reina continuó.
–Mira el lado positivo... es de buen linaje... podría irte peor– ladeó la cabeza.

Stark las miró a ambas mientras masticaba.
Pavetta la miró pidiendo que interviniera, y Stark hizo su mejor actuación de mirar a otro lado y fingir no haber escuchado nada.

Pavetta miró a su madre de nuevo
–Podría irme mejor– la princesa pensaba en su amado prohibido.

–Cuando seas reina tendrás a quien te plazca– regañó la reina en voz baja –Llevas la sangre de tu madre, estarás bien–

Pavetta aguantó el coraje y suspiró rendida.

La discusión finalizó y la reina giró hacia su guerrera.
–Deberíamos ir a vestirnos, adelántate, yo terminaré mi cerveza–

Stark asintió y se fue de ahí para entrar a su habitación, desvestirse y entrar de nuevo a su tina caliente.
Talló con una tela todo su cuerpo con el afán de quitar la sangre seca, sobre todo de sus brazos.

–Recuerda– susurró una voz femenina.

Stark se quedó de piedra, luego buscó por todos lados a la responsable de ello pero estaba sola.

–Recuerda– volvió a escuchar.

Stark se recargó en la tina y respiró para relajarse, sabía que debía estar muy loca para empezar a escuchar voces.

The Witcher | La guerreraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora