Podría ser tú padre

Capítulo 9: Niñero

NARRA LINDSAY

Abro mis ojos lentamente despertando de mi sueño. Me sobresalto al mirar a Liam mirándome fijamente.

-Buenos Días pequeña, lo siento no quería asustarte. -dice algo apenado. -¿cómo dormiste?

-¿eh bien y tú?-contesto algo incomoda. Los recuerdos de anoche vienen a mi mente, el casi beso, dormir en sus brazos, la canción...Mis mejillas en este momento deben de estar rojas, me oculto debajo de las sábanas.

-¿Amanecí perfecto, tuviste algún recuerdo? -pregunta y puedo notar que se esta divirtiendo. Gruño por lo bajo.

-te escuche. -dice, quito la cobija de mi rostro y le saco la lengua.

-podría amanecer así todo el tiempo. -dice, me levanto inmediatamente al notar nuestra cercanía. Entro al baño, cepillo mis dientes y me miro al espejo. Okay estoy de asco, cepillo un poco mi cabello y me hago una trenza.

- ¿qué hora es? -pregunto.

-linda trenza y mmm deben de ser las once de la mañana. -contesta provocando que tosa, pero que..

-tranquila, tus padres ya me dieron de desayunar. -dice. Pero qué demonios que mis padres que..

-¿TE VIERON DORMIR CONMIGO? -pregunto exaltada. El asiente con una sonrisa y sé que esta disfrutando esto. Me doy una palmada en la frente y niego. Creo que estoy en serios problemas. Decirle a Liam que se quedara conmigo ha sido un completo error, claro ya no somos niños, solo espero que mis padres no estén pensando que tuve sexo con el, ni siguiera puedo pensar en eso.

-No te preocupes, no Piensas que tuvimos sexo.-dice vacilante. QUE..

-como supiste que estoy pensando eso..-digo, suelta una carcajada y luego me doy cuenta de lo estúpida que soy.

-Olvídalo. -contesto cansada, salgo de la habitación a confrontar a mis padres, pero lo único que escucho es un completo silencio. Reviso cada habitación. NADIE. ¿y ahora que?

-Liam puedo saber porque mi familia a desaparecido?-pregunto, el sonríe.

-En teoría se han ido a Nashville a visitar a tu abuela.-dice y mi boca cae al suelo, no puede ser, esto es el colmo. Camino de un lado a otro, vivimos el Seattle y se van a Nashville que acaso están locos, como se supone que me alimentare, no me importa no ir a Nashville en realidad no me agrada a mi abuela le gusta levantarme a las 4 de la mañana para mirar como el gallo se las ingenia para aparear a una gallina, lo cual es asqueroso, pero realmente me enoja que no me hayan consultado nada, oh padres esta les va a salir cara.

-Puedes dejar de caminar.-dice Liam, me detengo en seco y lo fulmino con la mirada.

-ACASO NO VES, me han dejado sola!-exclamo furiosa.

-No estas sola, estas viendo a tu niñero. -dice y estoy que no lo puedo creer, trato de procesar las palabras.

Niñero, Liam,Viendo...MALDICIÓN.

-Dime que esto es una mala broma. -digo esperanzada. Liam niega sonriente.

-oye quita esa cara, la pasaremos bien te lo prometo, yo cuidare de ti. -dice, le dedico una sonrisa. Trato de tranquilizarme, aunque creo que me volveré loca.

-te han dejado dinero y una nota, aunque no ocuparas el dinero. -dice, al menos me dejaron dinero y una nota. NOTA...

-¿En dónde está la Nota? -pregunto, Liam señala mi almohada, lo miro extrañada. Subo la almohada y la veo.

-Tu madre quiso hacer como en las películas dejándola abajo de la almohada, le dije que no era necesario, pero ya sabes como es.-dice, ruedo los ojos, eso explica porque esta toda arrugada. La abro.