Podría ser tú padre

capítulo 17: de vuelta

Narra Lindsay

Me encuentro bajando del auto con las maletas en mano, por fin hemos llegado a Seattle y las inmensas ganas de ver a James nacen en mi, ¡Jesús! como lo extraño por más que ha cumplido su promesa de llamarme cada 10 minutos. No puedo evitar sonreír al recordar cada una de sus llamadas. Corro rápidamente dentro de la casa y doy un largo suspiro, no puedo creer que llegase a extrañar estar en mi casa, subo a mi habitación suelto las maletas y me lanzo a la cama revoloteando mis almohadas.

-Tan mal estuvo Nashville.- me sobresalto y miro de donde provienen sus palabras, Liam.

-no te imaginas cuanto...-rápidamente me levanto y me lanzo a sus brazos.

-siento no haber podido estar contigo, lamento mucho lo de la abuela,  juro que quise tomar un avión directo a Nashville, pero todo paso tan rápido, lo siento...-Sus palabras me llenan de tranquilidad, pero a la vez no puedo evitar sentir algo de tristeza.

-No te preocupes, estoy bien.-me separo de el y lo miro mientras el me dedica una tierna mirada. en En mi pecho se forma un sentimiento extraño hacia el...también lo extrañaba.

-¿cómo has estado tú?-pregunto rompiendo el silencio.

-eh estado...bien ya sabes ocupado. -contesta mientras se pasa la mano por el cabello.

Aunque quisiera preguntarle miles de cosas, desearía que todo fuese como antes y volver hacer los mejores amigos, antes de que las cosas se pusieran incomodas.

-¿has hablado con Ale?

-Ha venido un par de veces a preguntar por ti, ya que no te has comunicado con ella y conmigo tampoco.

No puedo evitar sentir una incomodidad en mi pecho al escucharlo decir esas palabras y claro tiene toda la razón, los había olvidado por completó, que tipo de amiga olvida a sus dos mejores amigos.

-Liam lo siento pero no sabes todo lo que ha rodeado mi mente estos últimos días.

-sabes que puedes contar conmigo para lo que necesites.-creo que estoy muy segura de que lo se por eso no pude evitar darle un gran abrazo. El ha sido parte de toda mi vida y se que hago mal en dejarlo en el olvido, pero James...no puedo quitarlo de mi mente, el es todo para mí, siento que mi cuerpo y alma le pertenecen..

Asiento ante sus palabras y me vuelvo a darle un abrazo, pero esta vez en forma de agradecimiento.

-entonces ¿tienes planeado algo para hoy? Podríamos llamar a Ale y pasar la tarde en el parque, un picnic ¿te parece? -pregunta sonriente, la idea no esta nada mal, le devuelvo la sonrisa, pero esta decae al recordar que he quedado con James. Demonios deseó ver a James con todos mis sentidos, pero no quiero quedar mal con mis mejores amigos, no recuerdo la última vez que la hemos pasado juntos con tanta cosa en mi cabeza.

-Sabes, si no puedes está bien, será otro día.- el da la vuelta y en mi se crea una sensación irreconocible por el.

-¡No! Espera me encanta la idea.-digo rápidamente, el me mira tan sorprendido como yo lo estoy ahora, solo no quiero averiguar que es esta sensación que el me provoca.

-excelente, alistare todo y llamaré a Alejandra, aunque no creo que sea necesario es peor que las noticias ya debe de estar en camino.-no puedo evitar reír ante su comentario.

El me mira emocionado, da la vuelta y sale, yo doy la vuelta y me dirijo a mi cama.

-eh Lind?-doy un pequeño salto del susto.

-¿Sí?

-Es una cita.-dice por último antes de quiñarme un ojo y salir.

Bueno eso fue raro, ¿es una cita? Claro que no lo es, estará Ale, entonces no...no es una cita, o eso creo y si fuese una cita no estaría engañando a James ¿cierto?, ahh todo esto es muy complicado ¿porqué tenía que volver y decir esas palabras? Me lanzó a la cama ocultando mi rostro entre las sábanas, suelto todo el aire que contenía en mis pulmones.