Podría ser tú padre

Capitulo 27: Locura y aceptación

-quiero que vivas conmigo.

Estoy soñando.

No me lo puedo creer, esto tiene que ser una broma, yo vivir con el amor de mi vida y una criatura creándose en mi vientre. Esto es tan irreal, me lo esta poniendo demasiado fácil y eso crece el miedo en mi ya que espero que las cartas cambien...como siempre.

¿porque de no te permites ser feliz?-habla mi subconsciente que hace mucho tiempo estaba ausente.

-¿porque has aceptado lo del bebe tan bien?-desvió su pregunta.

-bueno hay muchas razones, soy un rico de mierda así que no creo que nos falte nada nunca, un bebé tuyo será el más hermoso de este mundo y la principal TE-AMO. Eres muy terca, ahora ¿me contestarás?-No puedo evitar sonreír por dentro con su respuesta y su cara de desesperación, pero mudarme con el sería un gran paso, demasiado grande no se si soy capaz de darlo.

-James...esto es una locura.- estoy entre la espada y pared. Deseo que sí sea la respuesta. Pero ¿es lo correcto? Después de todo lo que hemos pasado. Hace una semana que volvimos, debemos hablar más las cosas y no tomar una decisión apresurada ¿cuándo fue que me convertí en esta persona? La vieja yo esta deseando aparecer con su carisma y aceptación, pero los recuerdos simplemente declaran que ella murió con ellos.

-no lo pienses mucho.-puedo sentir la decepción en su voz con un toque de esperanza.

-James siento que estamos tomando esto demasiado rápido, acabas de salir de un coma. No crees que...-no termino la oración ya que me interrumpe.

-No...no creo nada, es lo que siento Lindsay quiero tenerte aquí conmigo cada noche, quiero que seas lo primero que mire al despertar, cuidarte. Puedes entender eso. Solo quiero que te quedes.-dice tratando de no entrar en desesperación, definitivamente esto es una locura. Lo amo.

-lo haré.

-¿qué?-pregunta con un tono de sorpresa. Bien yo estoy igual.

-me quedaré.

-oh Dios. Me encantas.

Despierto, luego de haber tenido un sueño super extraño de James y yo bailando un vals y de la nada aparecieron unas jirafas.

Busco a James con la mirada por la habitación pero no está. Miro su reloj de mesa son las 7:30 Am. Bien me queda media hora para ir al Instituto. Cuanto deseo quedarme y pasar el día con el, pero no todo es posible en esta vida. Me levanto y voy directo al baño esperando no toparme a James, se que no será la primera ni la última que me verá en este estado, pero bueno puedo retrasarlo. Llego al baño sin ser vista, me recojo el cabello y me lavo la cara. Ahora que me doy cuenta no tengo mi cepillo de dientes ¿y si uso su cepillo se enojará? bien no es lo más higiénico del mundo, pero me veo tentada a hacerlo así que utilizó su cepillo.

Salgo al pasillo y me sobresalto a escuchar unos gritos, camino algo indecisa persiguiendo el ruido sin saber que puedo encontrarme.

-¡está embarazada, está embarazada! Joder.-y ahora me pregunto adónde se han ido las palabras de hace unas horas. Miro a James caminar de un lado a otro con su manos en su cabeza, preocupado, desesperado, angustiado. Creo que se lo esta tomando muy bien, ya lo espera, aunque no puedo evitar rodar los ojos al mirarlo. Me quedo de pie cruzada de brazos junto a la puerta de su despacho mientras lo oigo desahogarse ¿cuántas vueltas dará sin darse cuenta que estoy aquí?

-Voy a ser papá, yo James Connor papá de dos. ¡esto es una locura!.-okey esas palabras definitivamente fueron hirientes. Sin decir ni una sola palabra doy la vuelta y me dirijo a la cocina.

-Buen día, Señorita Monroe, ¿se le apetece algo de comer?

-No Josep gracias no tengo hambre.- tenia hace unos segundos.